ET3 tiene un funcionamiento y unos costes que le ponen por encima de Hyperloop. Sin embargo, comparte lo más importate: ninguna de las dos propuestas basadas en tubos sin fricción ha demostrado nada.
La forma más rápida de transporte de pasajeros es sin ninguna duda el avión, pero esa ventaja no le supone un puesto hegemónico ni de preferencia por los pasajeros, salvo en viajes de muy larga distancia. Ser el más rápido significa sólo eso; no implica comodidad ni adecuación a las circunstancias. Para responder a las demandas sobre estos factores nació la alta velocidad terrestre, que Hyperloop intenta suceder sin que existan todavía pruebas finales ni planes de negocio seguros. Aun así, tiene competencia de la mano de ET3, una compañía de transporte con promesas similares.
Según su CEO, Daryl Oster, con un modelo basado en tubos y cápsulas del tamaño de un coche, el transporte podría sufrir una gran evolución gracias a una destacable optimización en tiempo y dinero. Sólo teniendo en cuenta el primero, los costes laborales de muchas empresas sufrirían una gran reducción, pero teniendo en cuenta que Oster habla de 50 dólares por billete, la transformación pasaría de laboral a social. El coste, según ET3 es de una décima parte del de tren de alta velocidad y de un cuarto del de una autovía.
Frente a Hyperloop, que según Oster es regional, ET3 permitiría trayectos que, por ejemplo, irían de Cincinnati al Taj Mahal en la India en menos de tres horas por el importe mencionado. ¿Cómo? De manera similar a Hyperloop, sin fricción en los tubos y con una eficiencia de transporte por kilovatio 50 veces superior a coches eléctricos o trenes.
Al principio, la velocidad de las cápsulas sería de 600 kilómetros por hora, pero en el futuro llegaría a 6500 kilómetros por hora, algo que parece totalmente descabellado a día de hoy. El problema de esta compañía y de Hyperloop One e Hyperloop Technologies es que de momento, aunque ha comenzado la construcción de las cápsulas y de los trazados de prueba, todo está cercano al humo. Para que llegue inversión real tiene que demostrarse que estos proyectos son factibles fuera de ambientes controlados. Que por ejemplo alguien como Elon Musk se implique además de dar su nombre y un documento con la idea.