Un equipo de científicos de la Universidad de Texas A&M ha descubierto cómo crear fibra de carbono a partir de los residuos de la industria papelera.
Pese a estar asociado a una imagen sofisticada, la fibra de carbono es un concepto que apareció a mediados del siglo XIX. Sin embargo, la gran dificultad para producir este material lo relega a usos muy específicos. Y es que si no se puede alcanzar una calidad notable en la fabricación del compuesto no merece la pena hacerlo. En este caso las cualidades de la fibra se devalúan y no tiene las mismas aplicaciones de las que normalmente se presume.
En un principio, cuando apareció la fibra de carbono se empezó a utilizar en bombillas pero pronto surgieron nuevos usos. Ahora el material se conoce por su extremada fortaleza, su ligereza y su tolerancia al calor. Por eso se emplea en una variedad de productos en la actualidad, desde material deportivo, como raquetas de tenis, a vehículos, como coches e incluso aviones.
El problema es que producirlo siempre ha sido caro. Al menos hasta ahora, porque la investigación de un equipo de científicos de la Universidad de Texas A&M arroja nueva esperanza. El trabajo ha encontrado una forma de producir fibra de carbono a partir de la basura. Concretamente los desperdicios que deja la industria del papel y de la impresión.
La clave está en la lignina, un polímero natural que forma parte de componentes estructurales en vegetales. Se caracteriza por su dureza y resistencia. Y tamhttp://blogthinkbig.com/onlife/ludus-realidad-virtualbién porque cada año se vierten millones cientos de millones de toneladas de ella en desperdicios. Además de las industrias relativas al papel, también las biorefinerías , que producen etanol, dejan residuos ricos en lignina. Solo una pequeña parte se recicla.
El grupo de científicos de la Universidad de Texas A&M ya había creado combustible y otros bioproductos con lignina. Esto les sirvió de base para avanzar en un experimento más complejo. El compuesto consta de una variedad de moléculas de diferentes tamaños y propiedades químicas. A través de un proceso de separación por fraccionamiento se obtuvieron las distintas partes del material.
Las de gran calidad se pudieron utilizar para crear fibra de carbono. Sus características son suficientes para producir un material con un estándar suficiente para usarse en molinos de viento o coches. Pero las partes de menor calidad también se aprovecharon. En este caso para bioplásticos y productos como pegamento bituminoso.
Imágenes: Alessandro_059, CluelessSnaps