El Programa de Tripulación Comercial de la NASA continúa siendo pionero en vuelo espacial humano con su proyecto para lanzar astronautas al espacio de nuevo en 2018.
En 2014, seleccionó a estas dos compañías para construir la siguiente generación de sistemas espaciales estadounidenses capaces de transportar astronautas. «No fue una elección fácil, pero fue la mejor opción», explica el administrador de la NASA, Charlie Bolden.
Un proyecto en desarrollo
SpaceX y Boeing, recibieron ese mismo año contratos para trabajar en el programa de desarrollo de la NASA, con el fin de construir naves espaciales que pudieran llevar tripulación a la Estación Espacial Internacional. El programa esta pensado para volver a lanzar astronautas al espacio, algo que no sucede desde el último vuelo del transbordador espacial en 2011.
El Crew Dragon o Dragon 2 (como lo llama la NASA) y el Starliner, son los nombres con los que se han denominado a las naves desarrolladas por SpaceX y Boeing respectivamente. El proyecto, según afirman, ha resultado ser más difícil de lo que se había esperado inicialmente. Elon Musk, cofundador de SpaceX, explica que: “Tan pronto como la gente entra en la escena se convierte en un paso gigante y hay que asegurarse de que las cosas van bien”.
Los objetivos para el 2018
A pesar de todo, el proyecto cuyo objetivo es lograr lanzar vuelos el próximo año parece progresar de forma muy positiva. Tanto la NASA como Boeing y SpaceX, han asegurado que se encuentra en camino hacia el objetivo de llegar a tiempo para las fechas estimadas de lanzamiento en 2018.
En principio, según un informe publicado por la NASA, en febrero de 2018 SpaceX pretende lanzar un vuelo de prueba no tripulado, para posteriormente en junio de ese mismo año emitir otro ya con tripulación. Por su parte Boeing, tiene intención de seguir con el mismo procedimiento lanzando uno de prueba en junio del 2018 y uno ya tripulado en agosto del mismo año.
Las dificultades del proceso
Los retrasos, a pesar de todo, siempre se tienen en cuenta en estos procesos. Chris Ferguson, el director de Boeing del programa Starliner, describió la línea de tiempo del proyecto como “un programa de pruebas muy agresivo”. Sin embargo, también aseguró que la posibilidad de llevar a los astronautas a la ISS en el Starliner a tiempo para diciembre de 2018 se contemplaba con grandes expectativas.
SpaceX, planea lanzar el Dragon 2 en una versión modernizada del Falcon 9 (también conocido como Bloque 5). Esta versión debería producir más empuje en los motores y unas patas de aterrizaje más eforzadas. Por su parte, Boeing lanzará el Starliner en un cohete Atlas V proporcionado por United Launch Alliance (ULA), empresa que comparte con Lockheed Martin.
A pesar de que SpaceX y Boeing han tenido algunos inconvenientes en su búsqueda para construir una nave espacial de transporte humano, parece que sus esfuerzos finalmente han conseguido unirse en el propósito. Con ello, es muy probable que el 2018 sea el año definitivo para ver volar a los estadounidenses una vez más.
