La velocidad de su servicio se ralentizó para quedarse entre los 250 y los 300 Km/h, pero ahora se incrementará a los 400 Km/h.
En julio de 2011 dos trenes de alta velocidad se vieron implicados en un grave accidente en China. Tras colisionar, ambos descarrilaron y varios vagones se salieron del viaducto que en ese momento los dos estaban cruzando.
La tragedia dejó un doloroso saldo en víctimas. Fueron 40 personas muertas y 192 heridas, varias de ellas de gravedad. La conmoción se apoderó del país, que siguió de cerca la investigación sobre el accidente. Cuando unos meses más tarde se averiguó que el choque tenía relación con deficiencias en el diseño de los sistemas de control , así como fallos en la gestión humana, la indignación se inflamó.
El gobierno ya había tomado medidas. Apenas un mes después del accidente, todos los trenes ya habían reducido su velocidad. De 350 Km/h, por aquel entonces la mayor existente sobre raíles, se pasó a 300 Km/h. Pero tras el resultado de la investigación las autoridades creyeron oportuno alargar esta medida en el tiempo.
Así es como el tren más rápido del mundo pasó a viajar a velocidades entre 250 Km/h y 300 Km/h. En comparación, el AVE en España alcanza los 310 Km/h y la alta velocidad den Japón llega a los 320 Km/h.
Pero seis años después del accidente, China se propone volver a tener el tren más rápido del mundo. En septiembre comenzarán a circular trenes que llegarán a los 400 Km/h. Será un nuevo récord y toda una proeza técnica, que previsiblemente se habrá trabajado con especial cuidado para evitar sustos.
Una de las medidas que se han barajado tomar para evitar futuros accidentes es limitar el número de trenes en funcionamiento. De esta manera, no habrá tanto circulando al mismo tiempo.
En China la red de alta velocidad tiene más de 20.000 kilómetros de extensión y el país pretende añadir otros 10.000 kilómetros para el año 2020. Sus distancias son inmensas y la nación se ha propuesto salvarlas, en parte, con el ferrocarril.
En trayectos tan extensos la velocidad es un valor en alza. De ahí que tanto en China como en otros lugares, como Japón, se experimente con trenes mucho más rápidos. Se trata de los maglev o trenes de levitación magnética. El vecino insular ya ha hecho pruebas de campo, alcanzando los 600 Km/h. Por ahora no pasa de un test, en un recorrido pequeño. Pero en China ya han mostrado interés por la tecnología y sus miras también están puestas en esos 600 Km/h de velocidad punta.
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