El país asiático es el mayor fabricante de coches a nivel mundial, con 28 millones de unidades producidas al año.
El concepto de prohibir la venta de coches de gasolina y diésel se extiende cada vez más. Son ya varios países los que han puesto límite a este tipo de vehículos. Francia y Reino Unido han fijado 2040 como fecha para detener las ventas de automóviles con motor de combustión interna. Noruega se lo ha planteado seriamente y ha pensado en una fecha mucho más temprana, como es 2025.
Son pesos pesados, pero nada comparable al impacto que tendría a nivel global una medida parecida en China. El país asiático es el mayor productor de coches del mundo , con 28 millones de unidades despachadas el pasado año. Para dar más entidad aún a la cifra, cabe destacar que esta representa un tercio de los coches vendidos en el mundo.
El pasado año otro de los grandes productores de automóviles, Alemania, inició el camino hacia la prohibición del motor de combustión interna , un elemento clave en su tradicional capacidad industrial. El Consejo Federal alemán, que representa a los 16 estados federados del país, aprobó prohibir estos vehículos en 2030. La decisión tiene que ser ratificada por el Parlamento, pero marca una voluntad nacional clara.
En el caso de China ha sido el viceministro de Industria Xin Guobin el que ha anunciado la intención. Ha señalado que se ha iniciado una investigación seria sobre una posible prohibición de coches de gasolina y diésel. Guobin ha señalado que en todo caso las decisiones que se tomarán supondrán grandes cambios para la industria de coches nacional.
China ha declarado su intención de que un 20% de todos los vehículos producidos en 2025 sean eléctricos o híbridos. En esta fecha el país pondrá en circulación 35 millones de nuevos automóviles. El reto para los fabricantes de coches está a la vuelta de la esquina. Y es que en 2020 las marcas ya tendrían que demostrar un 12% de ventas de este tipo de coches. Más aún, el próximo año tendría que ocurrir esto con el 8% de las unidades vendidas.
A día de hoy marcas como Ford, General Motors o Renault-Nissan trabajan en desarrollar coches eléctricos en China. Una de las marcas nacionales, Geely, tiene entre su catálogo a Volvo, que dejará de fabricar combustión interna en 2019.
Imágenes: Erdenebayar, keso
