Los indicios apuntan a que en unos diez años la minería en asteroides podrían ser una realidad: la tecnología y las leyes son, de momento, los dos puntos débiles de la conquista.
Los recursos de la Tierra tienen un carácter finito, eso es un hecho que tenemos claro desde hace años. El agua, los alimentos o recursos naturales tienen una fecha de caducidad que, de no conservar desde este momento, se irá adelantando poco a poco. Y dentro de estos recursos hay que añadir los que se obtienen de la minería: una fuente de ingresos y energía inmensa que, además, pueden emplearse para casi cualquier aspecto de la economía. La industria, principalmente la tecnológica, es una de las más necesitadas de estos materiales.
Y en mitad de esta carrera espacial surge una nueva línea de debate: la minería en asteroides. ¿Es posible? ¿Veremos esta posibilidad en un corto espacio de tiempo o es algo que va a largo plazo? La respuesta es que sí y, de hecho, es algo en lo que ya se está trabajando. Los indicios apuntan a que en no más de diez años podremos ver los primeros resultados de esta compleja minería espacial. Los recursos para llevar a cabo estos procesos se antojan, de momento, demasiado complejos; por lo que en aún habría que evolucionar en algunos aspectos. Además de salir demasiado caro (combustible, instrumentos…) son trayectos excesivamente largos. La mayor parte de los cuerpos celestes de «interés comercial» se encuentran en el cinturón de asteroides que hay entre Marte y Júpiter. Es decir, demasiado lejos para lo que el ser humano ha sido capaz de conquistar en la actualidad. Llegar, por lo pronto, se hace complicado. Sin embargo, y a corto plazo, el interés está un poco más cerca; existen unos 14.000 asteroides «cerca» cerca de la Tierre que son susceptibles de explotarse en los próximos diez años, por lo que la posibilidad no es tan descabellada.
Una serie de inversiones y proyectos por parte de Estados Unidos y Luxemburgo han promocionado la idea de obtener nuevos recursos del espacio. Y es que tener la ley a favor en esta aventura es muy importante, porque surge un nuevo dilema: ¿de quién será lo obtenido en los asteroides? En la Tierra esta división es muy sencilla: los recursos pertenecen al país o empresa que los explote. ¿Qué ocurrirá en el espacio? ¿Quién se posicionará como dueño de este u otro asteroide? Una nueva etapa legislativa se abre ante el ser humano.