Hoy, día 10 de diciembre, se conmemora el 203º aniversario del nacimiento de la matemática inglesa. Uno de los grandes nombres científicos del siglo XIX. Junto a Charles Babbage creó el que se considera como primer algoritmo de la historia.
El siglo XIX a nivel intelectual estuvo marcado por grandes nombres, que posteriormente pasarían a formar parte del panteón de grandes científicos e inventores. En su gran mayoría, todos estos nombres fueron hombres, debido al silenciamiento forzoso al que se veía sometido la mujer.
Es en este contexto en el que nació Augusta Ada Lovelace. Sus padres fueron el poeta Lord Byron (aunque nunca llegó a conocerlo) y Anne Isabella Byron, barones ingleses que tuvieron su apogeo en pleno romanticismo británico.
Tuvo una educación acorde con su posición estamental, y rápidamente se interesó por las matemáticas y el cálculo. Gracias a su posición en la escala social y al grado de educación recibido, Ada conoció a personajes muy importantes dentro del siglo XIX anglosajón, como, por ejemplo, Michael Faraday o Charles Dickens.
La primera programadora y el primer algoritmo
Ada Lovelace entabló amistad con el también matemático Charles Babbage, que recientemente había diseñado (no pudo concretarla por cuestiones económicas) la llamada máquina analítica. Un artefacto capaz de construir tablas de algortimos y de funciones trigonométricas mediante un método que utilizaba polinomios.
El trabajo que realizó Ada Lovelace quedó escrito en su obra Notas. Estaba estructurado de la A a la G. Y justamente, en la letra G dispuso su obra más importante. En dicha letra quedan atestiguados los números de Bernoulli. Estos números sirven para establecer las operaciones mediante las cuales las teclas perforadas crearían una secuencia de números en la máquina analítica.
Este código está considerado como uno de los primeros algoritmos de la historia. Por lo tanto, Ada Lovelace se erigió gracias a este hecho como la primera programadora en crear un lenguaje de programación.
Pese a todo, ese reconocimiento no fue concedido en vida, puesto que murió arruinada en un intento infructuoso de crear un modelo matemático con el que ganar dinero en las carreras de caballos.
Aun así, Ada Lovelace se ha convertido en pionera histórica de la computación, tanto es así que en los años ’80 el Departamento de Defensa de los Estados Unidos creó un lenguaje de programación llamado Ada en su nombre.