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Agua potable obtenida mediante energía solar

Una región del Yucatán emplea un sistema de agua potable de ósmosis inversa, que se alimenta con energía solar.

Una de las mayores preocupaciones del mundo, para su presente y su futuro, es el problema del abastecimiento del agua. Más de la mitad de la población mundial vive en regiones carentes de agua potable, y según los informes de Naciones Unidas, está estadística tendrá un perfil creciente para los años venidos. Es más, está previsto que aumente en dos terceras partes para el año 2025. Dentro de 10 años únicamente, por lo que el tiempo se nos echa encima.

Por esta razón, y con el objetivo de cumplir los otros Objetivos del Milenio, entre los que se incluye la pobreza en el Mundo, muchas investigaciones científicas y de ingeniería han estado trabajando a lo largo de los años para encontrar una aplicación técnica a los proyectos que han tenido su origen en un laboratorio universitario. La potabilización del agua disponible, objetivo de muchas de esos estudios, podría ser una de las soluciones a corto plazo que más conviene a las necesidades de las regiones más desérticas y menos accesibles.

En Yucatán han puesto en práctica un sistema diseñado por un grupo de investigadores del MIT, el cual opera a través de energía solar.

El sistema emplea dos paneles solares, que producen electricidad. Esta genera el movimiento de un conjunto de bombas que impulsan el agua sucia a través de un sistema de membranas. Estas filtran el agua, originaria de la lluvia o los pozos de la zona, con un proceso de ósmosis inversa. En total, este sistema permite purificar casi 1.000 litros de agua al día, que abastecen a los 450 habitantes de dicha región del Yucatán.

El sistema, que se adapta a las necesidades de la economía agraria de la zona, ha permitido incluso tener una sobreproducción de agua potable. Por lo que en este momento incluso sacan provecho económico del agua, a través de la venta de la misma a las regiones colindantes que también son demandantes de este recurso esencial. Además, el sistema del MIT está pensado para que los habitantes nativos capaces de gestionar, reparar y mantener el purificador de agua solar sin necesidad de los ingenieros.

A fin de cuentas, son sistemas como estos, exportables a cualquier región y con vocación altruista, los que han de ponerse en práctica durante los próximos años. Porque el agua, escasa incluso en las regiones con más volumen, es un asunto de todos.

 

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