«Sueño con pelear por la clasificación olímpica», Alejandro Huerta, voleibolista y podium

El vóley playa es un deporte que lleva en la vida de Alejandro Huerta, prácticamente, toda su vida. Este tinerfeño tiene la suerte de disfrutar y compartir su pasión con algunos miembros de su familia. El primo de Alejandro es Sixto Jiménez, ex voleibolista olímpico y ex seleccionador nacional, quien hace años decidió crear, junto con el Ayuntamiento de Arona, una escuela para enseñar vóley playa en Tenerife.

Alejandro comenzó en el vóley playa como una afición cuando tenía tan solo 11 años. Aunque no fue hasta los 13 cuando empezó a practicar este deporte de una manera más constante y de la mano de su primo, Óscar Jiménez, su hermano, Javier Huerta y su mejor amigo, Hugo Rojas. «El grupo que teníamos era muy bueno y entrenar con ellos era muy fácil y divertido», confiesa Alejandro a Think Big.

El apoyo, las enseñanzas y los valores que les transmitió Sixto durante aquellos años fue clave para confiar en sí mismos y pensar en que sí era posible luchar por su sueño de ser olímpicos.

Vóley playa: de un deporte en familia a una disciplina olímpica

El vóley playa es un deporte popular en zonas de calor que comenzó a practicarse de manera más asidua en los años 20 en las playas de Santa Mónica (California). Lo que en un inicio surgió como un deporte para disfrutar en familia, no tardaría en expandirse a otros países. Convirtiéndose en un deporte olímpico en 1996 en los juegos celebrados en Atlanta.

Más cerca, en España se celebra el circuito nacional de Madison Beach Volley Tour, una de las competiciones referentes dentro de este deporte. Los deportistas que participan en esta competición suman puntos en la tabla de clasificación para acceder a otros campeonatos a nivel internacional.

Alejandro Huerta

Las primeras competiciones de Alejandro Huerta

Así, entre toques, sets, arena, risas y mucho trabajo fueron pasando los años. Y, a los 15, Alejandro y Óscar ganaron su primer campeonato de España y a los 16, comenzaron a competir a nivel internacional en categorías inferiores. Fue en esta época cuando fueron realmente conscientes de que estaban a la altura del resto de deportistas y podían lograr cualquier meta.

La clasificación previa para el Mundial sub-17, en Portugal, fue decisiva para ambos. En este torneo, consiguieron clasificarse para el campeonato mencionado. «Llegamos al Mundial, en México, con las expectativas de que podíamos lograrlo«, recuerda Alejandro. Y, así fue. La pareja consiguió un tercer puesto, situándose entre los mejores de Europa y teniendo más claro que su carrera solo acababa de despegar.

Tras esta experiencia, en 2017, se cruzó en la vida de Alejandro el Programa de Becas Podium para dar apoyo a jóvenes promesas del deporte olímpico español, desarrollado por Telefónica y el Comité Olímpico Español. Para este voleibolista, como para los otros 87 soñadores, Podium significa una oportunidad para poder luchar por su sueño. «Sin su apoyo habría sido diferente. Nos permite olvidarnos de la parte económica y centrarnos en nuestros objetivos deportivos. Me siento orgulloso de pertenecer a esta familia«, cuenta Alejandro.

Alejandro Huerta

Un deporte de conexiones familiares

Un año más tarde, en 2018, empezó a competir con su hermano, Javier. Alejandro cuenta que la conexión con la persona con la que compites es muy importante. Sobre todo, cuando hay momentos duros, porque cuando hay una buena relación es más fácil solventar los momentos duros.

Así, sería con su hermano con quién viviría dos momentos muy especiales de su carrera deportiva. Siendo uno de ellos, el campeonato de Europa sub-22, donde se alzaron con un segundo lugar y el Circuito Mundial en Bangkok, donde consiguieron un tercer puesto. «El poder compartir esa experiencia con mi hermano fue increíble«, confiesa Alejandro.

Tras esta temporada, Alejandro empezó el 2019 con un nuevo compañero, César Menéndez, con quién en 2021 jugó el Continental Cup 2021, un torneo de clasificación para las olimpiadas de Tokio 2020. En este campeonato se hicieron con un quinto puesto y, a pesar de no clasificar para las olimpiadas, el deportista reconoce que ha sido uno de los torneos que más le han marcado.

Un futuro de retos con la vista puesta en París 2024

Tras esa temporada, su compañero César tomó la decisión de retirarse, ocupando su lugar Sergi Reñé. Esta última temporada no ha sido sencilla para ambos, ya que se han enfrentado a las lesiones de Reñé por lo que han estado un tiempo sin poder competir. Mientras, Alejandro ha seguido entrenando con sus entrenadores Fran Marco, actual seleccionador nacional, y Pablo Díaz. Además de con otros compañeros en el Centro Internacional de Vóley Playa en Lorca (Murcia).

Él tiene claro que, en este ámbito, como en cualquier otro, hay que aprender a sufrir. «Ser conscientes de que hay momentos malos y superarlos. Para ello, saber sufrir es clave«. La importancia de una mente sana es crucial. Este tarifeño confiesa que, desde que acude al psicólogo ha notado un cambio en su forma de afrontar diversas situaciones.

El recorrido de Alejandro Huerta ha sido un camino de trabajo e ilusión para llegar a competir en unos juegos olímpicos. Su experiencia nos enseña la bonita lección de que la vida es una constante de subidas y bajadas y depende de nosotros hacerlas frente de la mejor manera posible. Nadie dijo que lograr ser olímpico fuera un trabajo sencillo. Más bien, todo lo contrario. Pero quien algo quiere, algo le cuesta. Y este soñador, lo logrará.

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