Desde hace algunas semanas, Europa ha comenzado el proceso de desconfinamiento y las aglomeraciones masivas, de momento, continúan prohibidas. Sin embargo, ha surgido una iniciativa tan original como efectiva que permite disfrutar del ocio nocturno: el “auto-clubbing”.
Alemania es famosa, entre otras cosas, por la música electrónica. Igual que sus vecinos Bélgica, Países Bajos o Dinamarca. En ellos tienen lugar numerosos festivales de referencia en el sector y también cuentan con algunos de los DJs más importantes del mundo.
Quizá su pasión por este tipo de música sea el origen y el motivo de que el auto-clubbing haya surgido allí, y no en otro sitio, durante estas semanas de confinamiento. Que no se aguantaban más.
Una alternativa divertida y responsable
Bailar en casa es la única opción cuando las puertas de las discotecas permanecen cerradas desde hace meses; pero no es lo mismo, claro. Por ello, a principios del mes de mayo comenzaron estos llamativos espectáculos en Alemania: salir de fiesta con el coche.
Con el coche, sí. Pero no para conducir hasta una discoteca clandestina y saltarse la distancia de seguridad, sino para vivir una noche de juerga épica sin poner en riesgo la salud de nadie.
Esto último es importante. El Club Index, la discoteca que lo organizó, lo hizo a sabiendas de la situación del país y del mundo por la pandemia. Así que la condición para asistir a su evento fue clara: dos personas como máximo dentro de cada vehículo. En total, se reunieron hasta 500 asistentes en la explanada improvisada.
La fiesta fue un éxito rotundo. Los asistentes, a los que la policía vigilaba constantemente, disfrutaron tocando las bocinas y moviéndose al son de los ritmos que prepararon algunos artistas, como Devin Wild. Muy contento con la experiencia, compartió un vídeo en sus redes sociales donde se observa la velada desde el escenario. Lo acompañó con unas palabras que prueban su emoción: “Nunca he experimentado algo así”. Podemos imaginarlo.
Tanto gustó que la discoteca realizó los días siguientes más eventos, incluso uno para familias. Un fenómeno que pronto se repitió por más puntos de la geografía alemana.
También en Dinamarca, donde a principios de mayo el DJ Mads Langer realizó un concierto para centenares de personas.
Cine y religión
Sin incidentes, sin contagios, y con tan buenos resultados, los organizadores decidieron aprovechar el modelo para disfrutar del séptimo arte. El autocine no es algo novedoso de este tiempo; sin embargo, Alemania está experimentado ahora un crecimiento espectacular: antes de la Covid-19 había cinco autocines, entre 15 y 20 en temporada alta; ¡y ahora son más de 100!
De la misma forma, se han celebrado también algunos actos religiosos para cientos de personas en este formato. Como éste en la ciudad de Düsseldorf.
La crisis y las dificultades de la pandemia han obligado a buscar soluciones creativas en muchos ámbitos. Alemania ha demostrado que se puede salir de fiesta con el coche y divertirse sin saltarse la ley ni las recomendaciones. Algo que continúan haciendo.