Prosper-Haniel es la mina de carbón que Alemania ha elegido para ser la primera en transformarse en un acumulador de energía gigante.
La mina de carbón de Prosper-Haniel se fundó en 1863, en la época de la Segunda Revolución Industrial. Alemania necesitaba energía para empezar a mover los engranajes de su titánica economía interna. En pleno proceso político de unificación, esta explotación minera fue una de las tantas que se abrirían en aquellos años. Prosper-Haniel, un gigante de hierro que vigila túneles excavados hace decenas de años, es la última mina de carbón que queda en la región industrial del Ruhr, y tiene los días contados.
Alemania tiene previsto transformar la mina de Prosper-Haniel es un gigantesco acumulador energético, que beberá de fuentes renovables. De tal forma que las instalaciones pasarán de producir tres millones de toneladas de carbón anuales a servir energía limpia. Las instalaciones son unas de las pocas que quedan de extracción de carbón en el país bávaro. Su cierre está previsto para 2018. A partir de ahí hay pista libre para la transformación de la infraestructura.
El plan es convertir Prosper-Haniel en una central hidroeléctrica reversible. Este tipo de instalaciones cuentan con un sistema de acumulación basado en agua que permite almacenar energía. Normalmente son una central hidroeléctrica tradicional, que además de generar electricidad a partir de un salto de agua, pueden elevar la altura de esta con la electricidad sobrante (la que no envían a la red). De esta forma, el agua en elevación puede volver a descender para generar electricidad.
La ventaja de estas centrales es que pueden generar electricidad a conveniencia, no solo cuando los recursos naturales lo permiten. Así, la nueva Prosper-Haniel sortearía uno de los problemas de las renovables: generar electricidad en horas pico de consumo. Y es que los planes contemplan el uso de energía solar y eólica, así como de biomasa, para generar electricidad.
El excedente de energía generada, en las horas con más sol y los momentos más ventosos, se acumulará. Para ello se elevará la altura de una masa de agua estancada, para poder generar electricidad en otro momento. La capacidad de acumulación será de 200 MW , suficiente para aprovisionar a 400.000 hogares.
La transformación es parte del plan de Alemania para que en 2050 el 80% de su energía provenga de renovables. Los responsables del proyecto Prosper-Haniel han señalado que los mineros que trabajan actualmente en las instalaciones seguirán empleados en la central, cuando esta se abra a una nueva vida.
Imágenes: Greens MPs, Wikipedia