Habitualmente asociamos los museos con lugares donde visitar nuestra historia. En Dubai se han propuesto acabar con esta percepción, proyectando el concepto de museo hacia el futuro: el Museo de los Servicios de la Administración del Futuro.
El Museo de los Servicios de la Administración del Futuro recoge como el buen gobierno debe abrazar las tecnologías para conectar con los ciudadanos y en el futuro una actividad fundamental del buen gobierno deber ser hacer accesible el uso de estas tecnologías y potenciar su uso.
Como un paso más en su intención de mirar hacia el futuro de este pequeño país, acaba de abrir sus puertas el Museo del Futuro. Aunque por ahora es solamente un anticipo de lo que será el museo cuando se encuentre situado en su emplazamiento final, la verdad es que ofrece buenas pistas sobre como el grupo de futuristas que están al cargo del proyecto intuyen acerca del mundo en 20 años, eso es en el año 2035. Las innovaciones (por ahora prototipos en estado inicial o simplemente visiones) más relevantes que se presentaron son:
- NewKnees, estructuras que colocadas en las rodillas aumentan las capacidades humanas para correr y saltar.
- GeckoTips, pequeñas estructuras que colocadas en las puntas de los dedos nos permiten escalar paredes al estilo spiderman
- EyeShare, permite acceder a los que otras personas como amigos y seguidores de las redes sociales están viendo.
- MoodView, análisis de las emociones de las personas en tiempo real que proporciona un feedback en los que se debe decir y cómo actuar.
- Meditation-Pah, tecnología que permitirá momentos de verdadera calma gracias a la capacidad de desconectar temporalmente los mensajes que entran directamente en el cerebro
- AutoLinguas, pequeños auriculares que proporcionan traducción instantánea del lenguaje.
Se trata de prototipos que todavía no están listos para comercializarse, no obstante, la naturaleza de las innovaciones que se muestran nos ofrecen una buena información sobre el camino que se piensa que tomará la tecnología en el futuro. En todos estos casos, se atisba que muchas tecnologías que triunfarán en el futuro tendrán como objetivo facilitar el sueño del ser humano por tener más desarrolladas sus capacidades físicas y poseer también otras nuevas. Así rodillas que permiten andar más rápido y saltar a más altura, y dispositivos que nos permitan subir por las paredes parecen cumplir un anhelo perseguido por el ser humano de ser más fuerte y de luchar contra las limitaciones físicas de su naturaleza.
También se observa como las nuevas tecnologías tienen en cuenta no solamente la parte física de la persona, sino también su interior, sus emociones. Este es el terreno que abordan las aplicaciones Moodview y Metitation–Pah. La primera permite un modelo de interacción con las máquinas según el cual nuestras emociones son una variable más que se debe tener en cuenta. La segunda aplicación en cierto modo parece contradecir el mantra de las tecnologías de la información de que todos debemos estar continuamente conectados en una especie de vida online paralela, y lo que propone es que podamos desconectar del mundo virtual a conveniencia con la intención de relajarnos o centrarnos en nuestro presente físico, nuestro aquí y ahora que diría Heidegger.
En el caso de Autolinguas el foco son las comunicaciones y propone derribar las barreras del lenguaje para volver al mundo anterior a la Torre de Babel. Otras innovaciones como EyeShare tratan de llevar al extremo la comunicación con nuestros amigos y círculos sociales. Podremos compartir con los demás lo que vemos y también lo que oímos, de esta forma será posible decir a alguien, oye vete al cine por mí y cuando empiece la película me prestas tus ojos. Ya no estaríamos comunicados, estaríamos conectados con nuestras relaciones, las redes sociales llevadas al extremo.
Como se observa en esta rápida exposición del contenido del museo, la visión de sus creadores coloca al hombre en el centro del desarrollo. El objetivo principal de las tecnologías será dar nuevas capacidades a las personas o facilitar que las máquinas entiendan mejor a las personas, teniendo en cuenta incluso sus emociones. No nos aguarda por tanto una tecnología fría y distante que algunas películas de ciencia ficción anticipan, sino una tecnología cercana que tiene en cuenta las necesidades de las personas. ¿Será una utopía? La respuesta en 2035.
Este post fue publicado anteriormente en el blog La Cofa de Fundación Telefónica