Este andador devuelve la movilidad a los niños con parálisis cerebral

La parálisis cerebral es un trastorno que limita la actividad psicomotriz de la persona, provocando a menudo problemas psicológicos, de comunicación, percepción y dolor permanente.

La causa de la parálisis cerebral se encuentra en alteraciones durante el embarazo, concretamente en el momento en que se está configurando el encéfalo del nonato.

En Europa, uno de cada 500 niños padece parálisis cerebral, lo que se traduce en unos 10.000 casos nuevos registrados en el continente cada año. Niños que, aunque físicamente cuentan con la posibilidad de caminar y jugar como cualquier otro, no pueden hacerlo con normalidad, al menos no sin ayuda.

Y esa ayuda viene principalmente de la tecnología, la innovación y la visión de algunos investigadores que se han propuesto devolver la movilidad a estos pequeños. Entre ellos, en España destaca el proyecto de andador “prodigioso” –como gustan de llamar- que está desarrollando el equipo de Saturnino Maldonado, codirector de la Cátedra para la Mejora de la Autonomía Personal de Telefónica en la Universidad de Alcalá.

andadorCuando este Doctor Ingeniero de Telecomunicaciones empezó a investigar el tema, decidió visitar “varios centros y colegios especializados, así como a conocer gente de este mundo y a ser consciente de las necesidades y problemas de estos niños que, aunque tienen capacidad para desplazarse, necesitan ayuda técnica para hacerlo”, como explica Maldonado.

El andador es un dispositivo compuesto de un chasis ligero de metal que soporta un arnés en el que se introduce el cuerpo del niño. Este arnés no sólo le protege ante una caída, sino que es la parte que une la máquina con el hombre para permitir el movimiento ágil del sujeto, teniendo simplemente que dar un pequeño impulso para empezar a desplazarse. Por otro lado, el dispositivo cuenta con dos botones eléctricos que permiten encender o apagar las luces del andador o convertirlos en una suerte de “ratón” improvisado para cualquier ordenador.

Aunque es “difícil saber con qué niños podría funcionar o no”, debido a lo compleja que resulta esta enfermedad,  hasta el momento unos 50 niños han podido ya probar este andador, como destaca Saturnino Maldonado.

En ese sentido hay que tener en cuenta, además, que cada modelo debe producirse a mano, adaptado a las medidas, talla y altura estimada de la persona o personas que lo vayan a utilizar.

Hacer esta tecnología accesible para todos: el otro gran reto

En ese sentido, el precio es el otro reto –después del técnico- que Maldonado y su equipo se están encontrando. Y es que para muchas familias es inviable acceder a otros andadores similares que hay en el mercado, “que rondan los 6.000 o 7.000 euros, prácticamente igual que un coche”.

Este proyecto, impulsado por Telefónica, ya está facilitando algunos andadores mediante el programa de Padrinos Tecnológicos, una plataforma de crowdfunding con la que reciben aportaciones individuales y de otras empresas para poder hacerle llegar, totalmente gratis, esta herramienta a los que más lo necesitan.

Imágenes OTStudent / CAPTA

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