Apple presentó la novedad más esperada, un MacBook Pro renovado, pero no ha satisfecho las demandas de un gran número de usuarios y periodistas.
Aunque el evento más esperado cada año por el público suele ser el de septiembre, donde la compañía de Cupertino presenta el iPhone nuevo, este año usuarios y analistas esperaban con ansias una gran renovación en toda la gama de ordenadores, desde los portátiles más baratos hasta los ordenadores de sobremesa más caros dedicados a profesionales de vídeo, sonido e imagen. Y Apple decepcionó mucho. No solo ofreció el evento con peor ritmo que se recuerda, sino que lo presentado, dentro de lo esperado, tampoco generó el entusiasmo de otras veces.
De toda la gama esperada, Apple sólo renovó un ordenador, su portátil estrella MacBook Pro. Pese a ser uno de los modelos sobre el que más se demandaban cambios con urgencias, estaba lejos de ser el más necesitado (hola, pantalla del MacBook Air o procesadores del Mac Pro). Habiendo mantenido diseño desde 2012, los MacBook Pro Retina han adelagazado entre un 14% y un 17%, dependiendo del tamaño, han ganado en potencia, en batería y sobre todo, en calidad de pantalla, de la que Apple afirma que «es la mejor pantalla que han montado en un Mac». Pero sin duda, la gran novedad de los modelos de gama alta dentro de la familia Pro de los MacBooks es lo que han bautizado como «Touch Bar«.
La mítica barra superior de los teclados con las teclas de función y escape desaparece y deja paso a un panel OLED táctil cuya información y funciones variarán dependiendo de la aplicación en que se encuentre el usuario. Por ejemplo, si se reproduce una canción, aparecen ahí los botones de play/pausar. Si es un programa de retoque fotográfico, aparecen teclas de control y recorte y ajustes de valores como contraste, brillo. En edición musical o de vídeo, la propuesta es mostrar los progresos de cada canción o proyecto para moverse mejor entre las barras. Otra novedad de la barra es que ahora Apple también incluye Touch ID, su popular lector de huellas de los iPhone, con el que desbloquear el equipo y realizar pagos.
En conjunto, son unos grandes portátiles, probablemente los mejores de su sector. Pero tienen varios problemas. Aunque es a lo que apuntan, el precio en Europa es desorbitado para bolsillos medios, y tampoco hay una solución económica apetecible como ha sido el MacBook Air esta década. El segundo es que realmente fallan en lo de profesional. El modelo de 13″ sigue sin ofrecer suficiente potencia gráfica y de procesamiento, y el de 15″ sólo admite 16 GB de RAM, cantidad que no sólo será insuficiente para muchos usos, sino para muchos usuarios normales en unos años.
Por lo demás, cabe destacar la nueva aplicación «TV» para el Apple TV y el resto de dispositivos iOS, que unifica la experiencia de contenidos televisivos de streaming y también en directo, aunque grandes actores como Netflix o Amazon no han querido integrar sus soluciones, en parte porque tampoco lo necesitan. Lo malo de todo esto es que de momento, y parece que también para el largo plazo, sólo estará disponible en Estados Unidos.
En conjunto, no ha sido la mejor semana para Apple. Aunque los servicios siguen subiendo en sus resultados financieros del cuarto trimestre del año fiscal 2016, Apple tampoco ha enamorado en Wall Street, y es que las ventas de todo lo demás han descendido respecto al mismo período del año anterior, consolidando una tendencia clara. Pese a todo ello, la situación de la compañía es envidiable por cualquiera de sus competidores, con un cash de 237.6 mil millones de dólares y un beneficio neto de 9.000 millones este trimestre.
