Con la incorporación de la BN argentina ya son 9 los países que han incluido sus fondos digitalizados a la BNPI
Cuando se habla de manera habitual de la educación en el siglo XXI, se suele hacer hincapié en la enseñanza de programación y la utilización de métodos novedosos o disruptivos. Hace pocos días por ejemplo, el Gobierno de Finlandia decidió sustituir de su sistema educativo la enseñanza de la escritura a mano caligráfica para fomentar en su lugar la escritura mecanográfica. Por otro lado, cada vez más países se unen a la tendencia de empezar a enseñar programación a niños de corta edad para desarrollar desde pequeños habilidades que serán cada vez más importantes en los empleos del futuro.
En el blog Think Big ya hemos hablado de muchas de estas tendencias y apoyamos la enseñanza de programas como Talentum Schools que fomenta el aprendizaje de nuevas tecnologías en niños y adolescentes. Sin embargo una parte fundamental de la educación además de las nuevas tecnologías ha de ser el conocimiento de la cultura y del pasado de la sociedad. Para ello, la referencia está en los fondos bibliográficos que se conservan en cada una de las bibliotecas del mundo.
Con la irrupción de nuevas tecnologías en todos los ámbitos, el de las bibliotecas no iba a ser menos. La digitalización de los fondos que los pone a disposición de cualquier persona a través de un simple click es un proyecto casi tan antiguo como internet. En Hispanoamérica el proyecto común se llama Biblioteca Digital del Patrimonio Iberoamericano (BDPI). Tiene también un largo recorrido en su haber y ahora hay que celebrar que la Biblioteca Nacional de Argentina se incorpora sus fondos en este proyecto transnacional.
LA BDPI sigue creciendo
Con la integración de Argentina ha son nueve las Bibliotecas Nacionales participantes de este gran proyecto y 222.470 recursos disponibles para su consulta online. Telefónica que está jugando un papel fundamental en el desarrollo de este proyecto ha sido también clave en la incorporación de los fondos argentinos.
Esta integración sucede poco tiempo después de que la Biblioteca Nacional argentina inaugurara su portal digital Trapalanda y volcara casi 6.000 elementos de su patrimonio nacional. Entre los fondos a los que se pueden ya acceder se encuentran documentos fundamentales para entender su nacimiento y evolución como nación e incluye libros, fotos, diarios, revistas, exlibris, manuscritos así como un amplio repertorio de eventos culturales realizados en los últimos 10 años. En cuanto a la tipología, aquellas personas interesadas podrán encontrar desde incunables a mapas, grabados antiguos, fotografías, obras esenciales de su literatura y documentos audiovisuales.
El proyecto de la BDPI sigue vivo como se puede ver y va a seguir creciendo con la aportación de nuevos materiales. La cultura hispánica es una de las más ricas del planeta y es fundamental trabajar por su difusión ayudados por las nuevas tecnologías así como su promoción entre todos los hispanohablantes presentes y futuros.