EL gobierno chino se ha embarcado en la construcción del "tren volador", una alternativa a Hyperloop que pretende alcanzar los 4.000 kilómetros por hora.
Cuando la propuesta de Hyperloop está dando grandes pasos pero aún se encuentra lejos de hacerse realidad, China se ha unido a la fiesta de la búsqueda de la alta velocidad terrestre del futuro. La compañía con la que pretende llevar a cabo su plan es la sociedad estatal China Aerospace Science and Industry Corporation, que prepara un competidor que pasaría de los 1.200 kilómetros por hora del Hyperloop (de los que de momento hemos visto 355 y sin pasajeros) y alcanzaría la espectacular cifra de 4.000 kilómetros por hora.
De momento sólo han anunciado que ha comenzado el trabajo de investigación del «tren volador», que es como han llamado y se conoce al proyecto. Sin ofrecer demasiados detalles en profundidad, sí que han explicar las bases del proyecto, y como cabía esperar, se parece mucho a Hyperloop, pues funciona con levitación magnética y se desplaza a través de tubos sin rozamiento. A todo esto suma que, como no podía ser de otra manera, los vagones no dejan de ser cápsulas o vainas, como reflejan las propuestas de Elon Musk.
#ICYMI Chinese company plans hyperloop traveling at 1,000 kmh https://t.co/sxF3jpJYmL pic.twitter.com/r8E6b8qpfG
— CGTN (@CGTNOfficial) 30 de agosto de 2017
CASIC, nombre de la compañía por sus siglas, quiere convertir al tren volador en el primero en superar la velocidad del sonido, que son 343,2 metros por segundo o 1.234,8 kilómetros por hora, y se utiliza el número Mach 1 para indicarla. El jefe de diseño del sistema, Mao Kai, afirmó en una entrevista que su objetivo número uno será garantizar la seguridad de los pasajeros con una aceleración menor a la de un avión comercial. Además, cuando se le preguntó por el precio de los billetes, habló de que no serán caros para el común de los pasajeros. Esto hace ver que, como Hyperloop, no están pensado para públicos como en su día sí estuvo pensado en los aires el Concorde.
El mayor punto a favor del tren volador es que tiene al gobierno detrás, mientras que Hyperloop depende de startups relativamente pequeñas, pues Musk y sus empresas no están totalmente implicados ni el proyecto es su prioridad. Además, frente a otros proyectos chinos de empresas desconocidas, el hecho de que sea un proyecto estatal le da cierta credibilidad y garantizará un desarrollo más sostenible.