Ambas entidades colaborarán en el desarrollo de un software para gestionar las rutas y el tráfico aéreo de futuros coches voladores.
Uber y la NASA colaborarán para que el coche volador pueda ser una realidad en el futuro. Así lo anunció la empresa de transporte, que se ha asociado con la agencia espacial en un proyecto muy ambicioso.
Desde hace tiempo, además de hablar de coche autónomo, Uber habla de coche volador. La compañía defiende que este proyecto se encuentra entre sus líneas de investigación, pese a su componente futurístico. El acuerdo de colaboración con la NASA que ha anunciado la empresa es un indicador de que la iniciativa existe.
Ya sea a nivel experimental o con vistas a un futuro no tan lejano, Uber y la NASA trabajarán conjuntamente en un software para gestionar un futurible tráfico de coches voladores. La agencia espacial ya había anunciado previamente que trabaja con varias compañías para diseñar una movilidad urbana aérea.
En cuanto a Uber, la compañía espera hacer sus primeras pruebas en Dallas y Dubái en 2020. No hay que olvidar que la ciudad emiratí ya ha empezado pruebas con grandes drones, capaces de transportar a personas. La empresa que los fabrica es la china Ehang, cuyos vehículos son capaces de llevar grandes cargas. Ahora bien, esto no quiere decir que estas máquinas puedan andar también por las carreteras. Se trata de aparatos voladores exclusivamente.
Hay otras compañías que fabrican drones de gran calado, capaces de transportar personas. La idea es sustituir a los taxis por vehículos aéreos, de la misma forma que los helicópteros sirven como alternativa para personas con alto poder adquisitivo en ciertas ciudades.
Poco se sabe sobre el futuro coche volador de Uber, pero la gestión del tráfico será un escollo. Para esta empresa y para cualquiera que pretenda poner un vehículo aéreo sobre el cielo de una ciudad. Dejando de lado las cuestiones regulatorias, hacer circular miles de vehículos aéreos sobre zonas urbanas requerirá un control exhaustivo.
El trabajo de Uber y la NASA consistirá precisamente buscar una solución a este problema. Por el momento parece una exploración a largo plazo, pues pasará tiempo antes de que las ciudades estén preparadas para recibir coches voladores. Tampoco la tecnología parece estar madura aún. Queda mucho camino por andar y, probablemente, muchos giros en el guion hasta perfilar un concepto de coche volador.
Imágenes: NASA