El emprendimiento también puede ser, además de tecnológico, social e inclusivo.
Los teléfonos, los relojes, los televisores… Multitud de objetos a nuestro alrededor se han convertido en inteligentes en los últimos años. ¿Por qué no aplicar ese avance y esa tecnología a otros objetos menos comerciales pero que fomenten la inclusión, la integración, la facilidad vital para personas que padecen alguna discapacidad?
En ese proyecto han estado trabajando algunos alumnos de la Escuela de Ingeniería Mecatrónica, perteneciente a la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (México). Ayudados por algunos trabajadores del área de invidentes de la Biblioteca Central, se pusieron manos a la obra con el desarrollo de un bastón inteligente que facilite la vida de sus propietarios invidentes, sobre todo en lo que respecta a seguridad integral mientras caminan por la calle.
Este nuevo bastón inteligente se basa en dos patas: sensores ultrasónicos y sensor luminoso. Los primeros sirven para emitir vibraciones en el bastón, a la altura de la mano. Para poder identificar mejor el obstáculo que hace saltar ese sensor, se emite un tipo de vibración distinto en base a si se encuentra a baja altura o a media altura, una diferencia sensible que un invidente podrá apreciar de forma más claro gracias a la mayor sensibilidad, valga la redundancia, de su sentido del tacto.
Lo positivo de esta novedad es que normalmente se advierten únicamente los osbtáculos tocados con la punta del bastón, y ahora se va mucho más allá. El rango cóncavo en el que detecta elementos es desde 10 centímetros hasta 1.6 metros. El segundo tipo de sensor, el luminoso, sirve para advertir al propietario en caso de que se esté acercando demasiado a una fuente de luz
El siguiente paso de este bastón inteligente por parte de sus creadores es mejorar el algoritmo de los sensores, en aras de que se aumente la precisión de los sensores ultrasónicos que determinan la proximidad de obstáculos.