La carrera espacial sigue estando más que presente. La India, con una larga tradición en la industria de componentes, se está posicionando como uno de los avezados a nivel mundial.
Los récords mundiales siempre son objeto de superarse. Y en lo que a lanzar satélites al espacio el tema está muy reñido; de momento, el oro se lo lleva Rusia con 33 lanzamientos de una sola vez en 2014 y 29 de la NASA en 2013. Y la meritoria tercera posición acaba de ser obtenida por la India, que ha batido su propio récord y ha lanzado en 26 minutos un total de 20 satélites.
Para la Organización de Investigación Espacial de la India (ISRO) supone uno de los hitos más grandes de su historia, ya que su cuota anterior estaba en 10 aparatos. Es, además, un reclamo para atraer el talento extranjero -principalmente de Estados Unidos-, que si ya se estaba posicionando con buenas perspectivas, ahora mucho más. Tanto como para profesionales, como para empresas, puesto que los costes de ISRO son muchísimo menores que los de la NASA y con similares resultados.
De los 20 lanzados, solo 3 tienen un carácter público y, por lo tanto, 17 pertenecen a empresas privadas encargadas de las señales de televisión del país y rastreos meteorológicos. Es decir, pese a que el lanzamiento sea conjunto, su actividad es independiente. Y, pese a que el lanzamiento haya sido desde la India, la mayor parte de ellos pertenecen a empresas extranjeras. O lo que es lo mismo: de Google.
En cualquier caso, lo complicado de este proceso no es el lanzamiento en sí. La órbita de la tierra, que cada día se va pareciendo más a un basurero espacial que a lo que debería ser, está plagada de satélites propiedad de empresas y Gobiernos; los lanzamientos forman parte de una de las actividades más «simples» de estas instituciones. El problema, y debido en parte a ese volumen de tráfico espacial, es calcular el trayecto que seguirá cada uno. Chocar entre ellos sería un gran fallo de cálculos. Velocidades diferentes, direcciones diferentes y distancias distintas.