El día 30 de julio de 2011, elBulli cerraba sus puertas como restaurante para pasar a ser una fundación. Ya se ha dicho y, a estas alturas, creo que ya se ha entendido, que no se trataba de un cierre ni de una retirada, sino de una transformación, una más entre las que ya se habían producido en elBulli, sólo que seguramente más radical. Ciertamente era un paso importante, porque representaba dejar la ocupación que significaba nuestra razón de ser, la de dar de comer como restaurante, pero tenemos la convicción de que en el fondo el cambio no es tan grande como parece.
elBullifoundation
Por de pronto, lo que vimos es que este hecho, la transformación en sí, era sobre todo el movimiento que debíamos hacer para garantizarnos nuestra propia libertad, una libertad absoluta para investigar, estudiar, crear, crecer, realizarnos. Para ello redactamos un lema que ha de ser el que nos guíe, y que, de hecho, responde ya a nuestra filosofía de siempre:
Habrá riesgo. Libertad. Y creatividad.
Por ello no habrá horarios. Ni reservas. Ni rutinas.
elBullifoundation.
Libertad para crear.
Desde aquella fecha de 2011, elBullifoundation se ha ido forjando como un work in progress, definiéndose a medida que iba haciendo camino, y con el apoyo y la cooperación de Telefónica, con quien organizamos un concurso de ideas y de creatividad para elBullifoundation, en el que participaron alumnos de cinco prestigiosas escuelas de negocios (Harvard, Berkeley, Columbia, Londres y Esade, en Barcelona): fueron 31 trabajos entre los que se premió a los tres que nos parecieron más brillantes.
En definitiva, elBullifoundation se articula hoy como un centro experimental sobre la eficiencia en innovación, estudiando los procesos y la manera de auditarla, utilizando la cocina como lenguaje, dialogando con otras disciplinas y compartiendo todo el resultado a través de Bullipedia.
Bullipedia
Bullipedia es, en efecto, uno de los pilares de este proyecto, porque es el que garantiza la comunicación, el diálogo y el intercambio de información y de conocimiento con el exterior. El origen de Bullipedia debe buscarse en los trabajos temáticos que el equipo de elBulli viene haciendo desde hace años sobre cada uno de los elementos que han caracterizado nuestra cocina. Pronto vimos que el resultado significaba algo más que plasmar una información por escrito o documentarla fotográficamente: esta información podía ser el punto de partida para interactuar, inspirarse, en definitiva, crear. A partir de ahí, y con la transformación en elBullifoundation, comenzamos a conceptualizar lo que sería Bullipedia.
En la génesis de Bullipedia está también la conciencia de una necesidad: la última codificación que se efectuó en cocina es la de Auguste Escoffier, que data de 1903. Desde entonces y hasta la década de 1990, los libros y recetarios traducen una visión inmovilista y poco flexible de la cocina. Ni siquiera la revolución producida en la década de 1960 en Francia, con la nouvelle cuisine, llevó cambios a esta estructura clásica.
Pero la cocina ha evolucionado mucho en las dos últimas décadas, y ya no se puede encuadrar en el antiguo marco. Ha cambiado la estructura de los platos, los menús degustación, han desaparecido las fronteras entre el mundo dulce y el mundo salado, han aparecido los estilos y características que definen tipos y visiones diferentes de la cocina, se ha forjado un nuevo vocabulario. Por otra parte, con la aparición de la búsqueda técnico-conceptual, la cocina ya no se ordena tanto por recetas como por técnicas, conceptos y elaboraciones.
Esta necesidad fue la que nos llevó a crear Bullipedia, contando con un factor sin el que no sería posible: Internet. La tecnología digital nos permite un acceso directo a la información, así como su interrelación desde los distintos aspectos de cada elemento. Por otra parte, las cuestiones de espacio que podrían desanimar a cualquier proyecto equivalente en formato de papel, quedan solventadas con el formato digital.
Bullipedia nace, pues, con la voluntad de llenar este hueco, de que se convierta en un instrumento de información que también permita ordenarnos. Pero además, debe convertirse en una herramienta para crear, gracias a la cual el cocinero pueda disponer de todos los datos e ideas para abordar la creatividad. Será, en cierto modo, el I+D de los restaurantes que no pueden investigar, gracias a su contenido profesional organizado, a su acceso rápido y fácil y a diferentes tipos de información.
Para satisfacer esta doble vocación, Bullipedia consta de dos espacios: Creatividad de hoy / Archivo Creativo.
Creatividad de hoy recoge la información diaria sobre el trabajo de una treintena de personas que estarán creando en elBullifoundation: elaboraciones, técnicas, conceptos nuevos para que el usuario de la plataforma pueda inspirarse y crear sus propios platos. También encontrará la actualidad de la creatividad en cocina en todo el mundo.
El Archivo creativo corresponde a la necesidad que hemos señalado anteriormente: un mapa, una nueva codificación de los últimos cincuenta años de la alta cocina. Es una herramienta para los cocineros, para obtener información y adquirir conocimientos. Se trata de un punto de partida para buscar ideas e inspiración para, nuevamente, ahondar en el trabajo de la creatividad.
El destinatario de Bullipedia es, pues, todo aquel usuario que pretenda buscar embriones de sus recetas, navegar partiendo del buscador, profundizar en el conocimiento de la cocina de las últimas décadas, o informarse sobre las ultimísimas novedades en el mundo de la creatividad. Bullipedia debe ser lo suficientemente amplia para que todos los tipos diferentes de usuarios encuentren la información y los datos acordes a sus necesidades. Bullipedia es, pues, una herramienta para nosotros, pero también para el resto de los agentes de los sectores de la cocina y de la alimentación y, en general, para toda persona o ente interesados en la creatividad.
Imágenes| Francesc Guillamet