El bullying como sistema: el rol clave de los y las testigos

Hablar de bullying es hablar de un sistema que permite, habilita, acepta, reproduce y potencia esta forma de hostigamiento. Dentro de ese sistema, existen diversos actores y responsabilidades que, si no son analizados, se invisibilizan, permitiendo el reduccionismo que focaliza y trabaja únicamente con quien sufre y quien agrede.

Para hablar de bullying es clave recordar su definición: nos referimos al hostigamiento sistemático y sostenido en el tiempo entre niños, niñas y adolescentes, en espacios de pares compartidos. Estos espacios bien pueden ser la escuela o un club, así como también las redes sociales o los videojuegos. El hostigamiento sostenido se distingue de situaciones aisladas de violencia (no por mejor o peor, simplemente por distinto) y tiene su punto característico en comprender la repetición y la perdurabilidad.

Remarcar los conceptos más importantes ayuda a comprender lo específico del bullying: hostigamiento, repetición, duración y desarrollo entre pares niños, niñas o adolescentes. Debemos comprender que para que un caso suceda, se requiere de una cadena larga de responsabilidades que deben activarse. Un sistema que sostiene el hostigamiento y que depende de cada parte para su subsistencia y reproducción. Partes que son protagonistas, tanto por la acción como por la indiferencia o la pasividad.

¿Quiénes conforman un sistema de bullying?

Pensar al bullying como un sistema y atender a la cadena de responsabilidades, nos permite tener una mirada macro que incluye las responsabilidades de las plataformas, la legislación, las políticas públicas del Estado y el rol de la escuela. Cada institución es parte, tanto por acción como por omisión. ¿Qué capacitaciones docentes se realizan en pos de la formación para la prevención y abordaje de casos?, ¿qué protocolos de acción existen para abordar en la escuela situaciones de hostigamiento?, ¿existen políticas públicas serias sobre la temática?, ¿hay líneas o políticas concretas de atención a la víctima?, ¿de asesoramiento a las familias?, ¿las plataformas digitales están colaborando en ayudar a gestionar casos de ciberbullying?, ¿qué nuevos mecanismos y reglas de convivencia digitales podrían proponer las empresas?, ¿existe legislación adecuada?, y tantas preguntas más a nivel macro.

Pensar en el bullying como sistema nos amplía la mirada micro en cuanto a los actores protagonistas

¿Quiénes son los protagonistas en casos de bullying? Empecemos por lo obvio: quien sufre el hostigamiento y quien lo ejerce. Sin embargo, si nuestra mirada se detiene solo en estos dos perfiles, nos estancamos en la superficialidad. Es necesario comprender que, tanto para que la sensación de soledad, que es una de las principales consecuencias en quien sufre hostigamiento, como para estimular la repetición de quien agrede, son necesarios otros perfiles indispensables: las y los testigos. Hablamos de aquellas personas que, por diversos motivos y de diferentes formas, son parte de la escena, ya sea presencial o virtual.

Múltiples formas de ejercer el rol de testigo en casos de bullying

  • Personas que observan pasivamente y, si bien querrían hacer algo para frenar la violencia, atraviesan limitaciones internas o externas que los y las inhiben, y por inacción fomentan la soledad de quien sufre.
  • Personas que observan pasivamente las situaciones, sin intención ni interés de interceder.
  • Personas que, ante situaciones de hostigamiento, apoyan a quien hostiga con aliento o adhesión, por deseo genuino o por amistad con quien está siendo agresivo.
  • Personas que ante situaciones de hostigamiento apoyan a quien hostiga, con aliento o adhesión, no por un deseo verdadero sino por temor a represalias o necesidad de pertenecer al grupo que agrede.
  • Personas que, ante las situaciones de hostigamiento, intentan ponerle un freno o apoyar a quien sufre.
bullying
Imagen de Unsplash.

Claves para el trabajo con las personas testigos

  1. Recordar que la forma en que tratamos a las demás personas habla de nosotros. ¿Qué valores estoy reproduciendo en la forma de vincularme y ayudar a los demás?
  2. Cada persona que observa una situación de hostigamiento tiene consigo la capacidad de cortar el efecto dominó que se genera.
  3. Existen diversas maneras de cortar ese efecto dominó y se pueden adaptar a las capacidades, limitaciones y contextos de las y los testigos: pedir ayuda a docente o persona adulta de confianza; apoyar a quien sufre, tanto con palabras como con acciones; hablarle a quien hostiga o a los testigos que apoyan; escribir una carta de apoyo o pedido de ayuda; evitar reírse o aprobar la burla o agresión.
  4. Las acciones de apoyo a quien sufre pueden ser distintas, pero todas sirven: un abrazo, una pregunta, sentarse al lado, incluirlo en actividades, preguntarle cómo está y si necesita algo o, incluso, una mirada de apoyo.
  5. En casos de hostigamiento digital, los y las testigos deben evitar reenviar, compartir o difundir las publicaciones que agreden, denigran u hostigan. Asimismo, es clave no comentar esos posteos apoyando, tanto desde la diversión como de cualquier otra manera. Es importante denunciar publicaciones que son agresivas, incluso aunque no apunten hacia nuestra persona. No hay que preocuparse por la exposición, ya que nadie (ni siquiera quien realizó el posteo) se entera de quién hizo la denuncia.
  6. Ante casos de hostigamiento digital, es indispensable pensar que somos una misma persona en entornos presenciales o virtuales y, por ende, nuestras acciones en ambos territorios hablan de nosotros como personas.
  7. Lo más importante: trabajar con empatía. ¿Cómo me sentiría si me hiciesen eso?, ¿qué esperaría o querría que hagan mis compañeros y compañeras?, ¿qué me haría sentir mejor?, ¿qué me haría sentir peor?

El hostigamiento o bullying tiene efectos muy graves en las personas que lo sufren y, sin duda, la soledad y exclusión social son de los más repetidos. Pensar en el bullying como un sistema que se alimenta de las diversas instituciones y actores involucrados, se vuelve indispensable para analizar el fenómeno con la profundidad y seriedad que amerita, y que las personas que sufren, se merecen.

Imagen de Brand Factory.

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