La diseñadora Lesia Trubat ha creado E-Traces, unas zapatillas de ballet que captan todos los movimientos de los bailarines. Con este proyecto es posible analizar las coreografías, además de tener múltiples aplicaciones para el mundo del deporte.
Pongamos que usted es mujer. Mujer trabajadora. Pongamos que se desloma cada día en la oficina, y que por este motivo espera que en algún momento de su vida profesional le reconozcan ese esfuerzo con un aumento de sueldo, un mejor cargo etc. Pero espera y espera sin atreverse a pedir o a arriesgar. Les presento el “Síndrome de la Tiara”, que, según las investigadoras Carol Frohlinger y Deborah Kolb, consiste en que la mayoría de las mujeres aguarda su recompensa de una forma discreta, pensando que alguien se dará cuenta de su merecido reconocimiento en algún momento.
Antes dije “la mayoría de las mujeres aguarda”, pero siempre hay alguna que no lo hace, y se lanza a la aventura para demostrar lo que vale su trabajo. Así comienza precisamente la bonita historia de Lesia Trubat en su búsqueda de la esencia del ballet. Un baile delicado, precioso, complicado, lleno de técnica, esfuerzo y sensibilidad. Uno de los rasgos que mejor caracteriza a este tipo de espectáculos es lo efímero que es en el tiempo, una vez observado no volveremos a ver jamás ese movimiento que tanto nos fascinó, o tal vez sí…Gracias a los avances tecnológicos, cada vez está más cercana la popularización en el uso de ropa inteligente. Hace ya dos años que Google y Nike se lanzaron al desarrollo de unas zapatillas deportivas “muy parlanchinas”: las Google TalkingShoe, que comentaban cada paso que daba el usuario. Aunque las zapatillas fueron un prototipo que se presentó por la compañía a través del proyecto Art CopyCode, y aún no han salido a la venta.
Pero esto no se ha quedado aquí, y se ha conseguido, por primera vez, la conexión de una bailarina a nuestros dispositivos móviles. Se trata de un proyecto diseñado por Lesia Trubat, una bailarina aficionada que sabe cuál es el esfuerzo que se realiza para perfeccionar la técnica del ballet. En los últimos años se centró en tratar de dar luz a los movimientos del ballet recreados cuando la artista se sube a la tarima, dando lugar a un nuevo lenguaje visual. “Soy diseñadora de producto, y quería entrelazar mi carrera y mi pasión, y en ese momento me tocaba trabajar en mis proyectos finales de carrera, así que aproveché la ocasión y, con mucho trabajo, esfuerzo y ayuda de otra gente magnífica, salieron mis dos proyectos más interesantes: Traces y E-Traces”. Lesia lleva años trabajando en diversos estudios de diseño y empresas como Sandrine de Montard, Simontech, Nutrexpa y Martin Azúa Studio. Le gusta participar en proyectos donde se mezclan diferentes disciplinas; donde el desarrollo puede ser artesanal o tecnológico, pero siempre teniendo en cuenta el sentimiento como base de todo.
Educando la sensibilidad
Las zapatillas de ballet conectadas nacieron a raíz del proyecto de fin de carrera de Lesia. Antes de ponerse en marcha, quiso investigar sobre las iniciativas interesantes realizadas en torno a la danza. Lesia se encontró con muchas, pero las más interesantes fueron proyectos creados por artistas como Meghann Snow, TiitHelimets, Anne Teresa de Keersmaeker, Luis Casanova Sorolla… “Todos los proyectos son muy bonitos y muestran cómo plasmar el movimiento”. A partir de aquí, creo su propuesta Traces, que consistía en reflejar los movimientos de los bailarines en baldosas. Más adelante decidió incorporar a este concepto las nuevas tecnologías, ya que le llamaban mucho la atención los tejidos inteligentes y los wearables. Así nació E-Traces. En este proyecto se refleja el movimiento y la presión de los pies del bailarín a través de un pequeño dispositivo colocado en la punta, planta y costados de la zapatilla. De este modo, obtenemos una serie de datos que llegan a nuestro dispositivo móvil a través de Bluetooth o Wi-Fi.
Para el funcionamiento del proyecto, Lesia escogió la tecnología de código abierto Arduino. Las zapatillas incorporan un sistema de Arduino Lilypad, una placa base específicamente diseñada para coser en wearables. Se conecta a tres sensores de presión que se encuentran en diferentes partes de la zapatilla y a un acelerómetro que capta los movimientos. A la vez, lleva una batería y un transmisor Bluetooth que permite enviar datos a un dispositivo móvil.
“Supe ilustrar bien el concepto y se publicó muy bien el proyecto en Internet. Entonces me contactaron desde un espacio de encuentros con diferentes disciplinas artísticas que se centran sobre todo en la danza, llamada Flux Laboratory, porque querían realizar un “opening” interesante relacionado con el baile para la inauguración del Campus Biotech de Ginebra, en Mayo del 2015. Tenían pensado mostrar al público mi concepto. Trabajamos en equipo diferentes personas para llevar a cabo la idea, y quedó espectacular, aunque no lleguemos a desarrollar el producto por completo, sólo fue el desarrollo de la performance para la ocasión”.
Aún en fase experimental
Los datos que obtenemos a partir de las zapatillas se transfieren a una aplicación para el móvil. Y aunque esta aplicación no se ha llegado a desarrollar de forma comercial aún, se utilizó una tecnología similar para la performance, permitiendo al bailarín dibujar con eficacia sus movimientos. El resultado es un vídeo que refleja estos movimientos, y además contiene datos que se pueden utilizar para analizar la coreografía. En suma, E-Traces viene a ser una interesante aplicación que permite a los aficionados a la danza interactuar con el ballet de una nueva forma. Aunque el futuro de E-Traces es un poco incierto, Lesia confía en que pueda ir hacia adelante: “Me gustaría poder desarrollar en un futuro tanto el producto como la aplicación, y seguir diseñando y creando proyectos con y para la danza”, concluye.