Investigadores del MIT han creado un dispositivo de impresión 3D para elaborar cabello artificial y utilizarlo en sistemas interactivos, desde el control de dispositivos electrónicos hasta la unión de piezas.
Son muchos los avances tecnológicos aplicados a la vida cotidiana que no dejan de sorprendernos a diario: desde los vehículos autónomos de Tesla hasta cualquier sistema del entorno de smart cities Pero si hay un avance que podemos considerar de lo más relevante en los últimos años, ese es la impresión 3D. Un desarrollo que ha demostrado ser muy útil en diversos campos como la arquitectura, medicina o moda.
Actualmente, parece que las impresoras 3D son capaces de reproducir cualquier objeto, desde coches de carreras o comestibles hasta ropa. Pero hay elementos, como el cabello o la piel, muy finos que requieren de una gran cantidad de tiempo para realizar el diseño e imprimirlo
En ese sentido, un grupo de investigadores del Media Lab del MIT ha desarrollado un nuevo software de impresión 3D destinado a estructuras de pelo artificial con funciones interactivas.
Un software llamado Cilllia
Los investigadores han logrado crear pelo artificial a través de Cilllia. Gracias a ello y a un sistema de perillas cubiertas por miles de cabellos pueden controlar todos los parámetros de longitud, densidad y grosor, permitiendo el uso de ellos en sistemas adhesivos, de movimiento y control de objetos, que pueden combinarse con vibraciones, sonido y tacto. Además, el software es capaz de crear cabello en curvas y en forma de espiral. Todo esto es un gran avance que permite una diferencia significativa con CAD (Computer Aided Design), donde cada cabello debe ser dibujado individualmente.
“Es realmente inspirador ver cómo estructuras similares al cabello pueden adquirir tantas funciones”, comenta al respecto Jifei Ou, uno de los responsables de este proyecto. “Estamos pensando cómo podemos elevar todo el potencial de la impresión 3D y crear nuevos materiales cuyas propiedades sean ajustables y controlables”.
Todo esto ha dado como resultado el surgimiento de un programa de fácil manejo para crear pinceles de diferentes formas gracias a las capacidades de la impresión 3D. En ese punto, el equipo de investigadores del MIT ha creado brochas, almohadas de velcro y un conejo de juguete que se enciende cuando lo acaricias de manera correcta.
“La habilidad para fabricar estructuras similares al cabello no solo amplía el abanico de formas de las impresiones en 3D, si no que permite diseñar alternativas para todo tipo de sistemas interactivos”, destaca Jifei Ou.
En suma, la impresión de cabello en 3D es una revolución que permitirá llevar a cabo miles de estructuras complejas en un periodo corto de tiempo.
