China, a través de la misión Chang'e 4, ha logrado tomar nuevas imágenes de la cara oculta de la Luna que muestran una sustancia misteriosa brillante y gelatinosa.
La primera vez que el ser humano logró llegar a la Luna fue con la misión Apolo 12 en 1969. Ya han pasado 50 años y, desde entonces, los países compiten por la carrera espacial y por lograr conquistar la Luna u otros planetas como Marte.
Una de las grandes misiones ha sido llegar a la cara oculta de la Luna y China parece que lo está consiguiendo. A través del rover Chand’e 4, este país ha conseguido visitar la cara oculta de nuestro satélite. Para ello, en primer lugar, China se aseguró de las comunicaciones con la creación del satélite Queqiao enviado en 2018 a una órbita para vigilar la cara oculta y habilitar la red de comunicación necesaria para poder enviar, posteriormente, una sonda espacial.
Estudiar la geología de la Luna
En este sentido, la sonda china Chang’e 4 alcanzaba con éxito en enero de este mismo año el alunizaje sobre la cara oculta de la Luna, tal y como informada la Administración Nacional del Espacio de China (ANEC). Este hito tenía lugar en la cuenca Aitken, en el polo sur del satélite, y el objetivo principal es transportar herramientas para estudiar la geología de la zona.
Ahora, la Administración Nacional del Espacio de China (ANEC) ha publicado nuevas imágenes en su cuenta oficial de Twitter que muestran una sustancia misteriosa encontrada por el róver Yutu-2 de la misión Chang’e 4. Esta peculiar sustancia tiene una apariencia gelatinosa, color diferente al resto de material y brillante. ¿Qué puede ser?
Sin duda estas imágenes, logradas el pasado 17 de agosto, han llamado la atención de todo el mundo científico aunque por el momento se desconoce cuál es el origen de este misterioso material. Sin embargo, algunos expertos aseguran que puede ser consecuencia del mismo impacto del cráter.
A pesar de que las imágenes no son del todo nítidas es la primera vez que una nave desciende sobre la cara oculta de la Luna ya que desde la Tierra no podemos verla debido a la ‘rotación sincrónica’. Un nuevo hito que nos acerca más al origen de nuestro universo.