El gigante asiático ha puesto fecha límite para uno de los proyectos energéticos más ambiciosos del mundo. Iluminar las calles de la ciudad de Chengdu gracias a un satélite artificial.
China pertenece a la vanguardia científica y técnica del mundo. Por lo tanto, la mayoría de proyectos que realiza son acordes a su magnitud tanto estatal como sociocultural. El país más poblado de la Tierra tiene, por lo tanto, la fuerza intrínseca de, al menos, intentar concebir o crear las mayores construcciones del planeta.
También en parte, para intentar abastecer y acomodar a millones de personas dentro de su territorio. Es decir, para solventar la disposición de su población necesita de proyectos faraónicos con los cuales superar con éxito cualquier tipo de escollo.
Una luna para Chengdu
El macroproyecto del país asiático para frenar el coste de la electricidad consiste en la creación de una luna artificial para así iluminar todas las calles de la ciudad por la noche.
La megalópolis de Chengdu, en la provincia de Sichuán, es una ciudad de más de 11 millones de habitantes. Una localidad como ésta necesita de medidas a la altura de su tamaño. Para ello, el gobierno estatal ha anunciado el lanzamiento del primer astro artificial de la historia. Su misión será la de abaratar los costes eléctricos de la ciudad e iluminarla.
La nueva luna china contará con un revestimiento reflectante capaz de iluminar un área de aproximadamente 129 kilómetros cuadrados. El artefacto dará hasta 8 veces más luz que la luna real. Y se espera que pueda ponerse en órbita en 2020.
El gran espejo de Siberia
Pese a parecer un proyecto descabellado, no es la primera vez que se ha intentado hacer una obra de tal magnitud. A finales del siglo XX, el gobierno ruso desarrolló un plan con espejos en órbita para iluminar las ciudades en Siberia. Usaron un dispositivo llamado Zhnamya 2, equipado con un espejo de 25 metros para iluminar poco más de 7 kilómetros cuadrados. Pero, debido a fallos técnicos, el proyecto quedó suspendido indefinidamente.
Posibles consecuencias medioambientales
Varias organizaciones chinas comprometidas con el medio ambiente ya han dado la voz de alarma frente al proyecto. Según sus expertos, podría desestabilizar el ecosistema de la zona por el aumento de luz a determinadas horas del día. Pese a todo, los científicos encargados de la construcción han establecido que no afectará a la flora y la fauna de la región.
Queda por ver, por lo tanto, cómo se verá el astro acabado, y si, finalmente, como el gobierno chino pretende, saldrá a la luz en 2020.
