El nuevo concepto de coche fabricado íntegramente mediante impresión 3D se alza con el primer premio del 3D printed Car Design Challenge
La impresión 3D ha encontrado en la industria automovilística un mercado potencial que podría transformar por completo los procesos de fabricación y montaje de vehículos, así como los costes de producción y repuestos del coche del futuro. Bajo estas premisas y la búsqueda de soluciones innovadoras se enmarca el 3D printed Car Design Challenge organizado por la firma Local Motors, cuyo premio al primer coche fabricado por impresión 3D ha recaído en el prototipo del italiano Michele Anoé.
Strati es el nombre con el que se ha bautizado al primer prototipo de coche fabricado íntegramente mediante tecnología de impresión 3D y que ha sido galardonado con un premio en metálico de 5.000 dólares, con el propósito de fabricar el vehículo a tamaño real y presentarlo al público durante este mes en la cita anual del Internacional Manufacturing Technology Show de Chicago, Illinois.
El propósito de esta iniciativa impulsada el pasado mes de abril por Local Motors, una firma automovilística con sede en Arizona, consistía en recabar ideas, conceptos y diseños innovadores para la producción de un nuevo concepto de coche fabricado por completo mediante dispositivos de impresión 3D.
Del total de 200 trabajos presentados por concursantes de más de 30 países y mediante votación popular, se ha valorado el diseño de coche biplaza de corte futurista Strati como una de las propuestas que mejor aúna los desafíos de la actual industria automotriz: el peso, el número de piezas y los costes de fabricación.
Aunque ya existe un precedente de coche fabricado por impresión 3D llamado Urbee, el nuevo concepto de coche que plantea Strati supone un cambio sustancial de los procesos de fabricación digital aplicados a la producción a gran escala. En este sentido, el CEO de Local Motors Jay Rogers, advierte de la necesaria superación de las barreras tecnológicas actuales para la producción de vehículos como Strati. No obstante, señala que tras la superación a corto plazo de estos obstáculos, la tecnología de impresión 3D supondrá una nueva era en las posibilidades de diseño y fabricación de automóviles, así como en el mercado actual de los repuestos.
La posibilidad de concebir, diseñar y finalmente producir completamente un vehículo bajo un entorno digital, optimizará los procesos de fabricación y reducirá el impacto sobre el medio de las grandes instalaciones de las fábricas automovilísticas actuales. Las kilométricas cadenas de montaje se reducirán a pequeñas instalaciones de impresión 3D donde se fabricarán los vehículos en cadena, con menos mano de obra especializada –la parte negativa del asunto–, pero con menos producción de residuos y menos consumo de suelo industrial.
Tal y como pronostica Rogers, con la reducción del peso de los vehículos, la implementación de motores eléctricos más eficientes y la reducción de los costes de producción, se inaugurará una nueva era de vehículos económicamente más accesibles para el gran público. Una verdadera revolución en la industria automovilística que será sin duda uno de los hitos tecnológicos del siglo XXI.
Imágenes | vía Local Motors
