Mercedes-Benz tiene previsto empezar a vender los primeros coches autónomos en el año 2020, pero su tecnología ya está a punto.
El fabricante de automóviles Mercedes-Benz ha demostrado su tecnología para la conducción autónoma con un viaje de 100 kilómetros, en el que ha quedado patente que el modelo Clase S experimental puede viajar por autopistas, recorrer las calles en ciudad y evitar obstáculos imprevistos. Los ingenieros de la marca han decidido apostar por un equipamiento nada fuera de lo común, de manera que el vehículo ha utilizado cámaras y sensores que ya se encuentran presentes en los modelos comerciales de Clase S.
En 1888, Bertha Benz, esposa de Karl Benz, realizó un viaje de alrededor de 100 kilómetros con el prototipo de coche construido por su marido en aquella época. Sin el conocimiento de éste, recorrió la distancia que separa las ciudades alemanas de Mannheim y Pforzheim, haciendo la prueba definitiva para el Patent Motorwagen, considerado como el primer automóvil de la historia. Han pasado 125 años y esa misma ruta la ha hecho un coche de la misma marca, pero en esta ocasión el conductor –si se puede llamar así– no se hará famoso, pues no ha tocado el volante en todo el trayecto.
El propósito de Mercedes es introducir su tecnología de conducción autónoma en su línea de coches comerciales. Al contrario que otros fabricantes, no pretende construir un vehículo autopilotado que sea la joya de la corona sino incorporar esta tecnología en los modelos Clase S. De hecho lo hará paulatinamente, pues ya se comercializan unidades con un pack asistente para la conducción, que incluye cámaras, radares y sensores de ultrasonido para monitorizar la carretera y los alrededores.
Estos coches disponen de la capacidad de moverse autónomamente, si bien a partir de 10 km/h el conductor debe tener el volante en sus manos. Incluso a velocidades superiores la tecnología también puede entrar en funcionamiento para evitar accidentes, frenando si prevé una colisión o girando el volante si el vehículo se sale del carril. Este pack extra se puede adquirir en la versión de 2014 de los Mercedes Clase S únicamente por un suplemento de 3.000 euros (en Europa).
Los ingenieros de la marca tienen la intención de mejorar esta tecnología, pero dejarla al mismo precio. Y para demostrar que no se trata de sistemas caros o extremadamente avanzados, el vehículo experimental que ha recorrido 100 kilómetros sin asistencia humana ha sido equipado con cámaras y sensores incorporados en modelos comerciales. Los coches autónomos de Mercedes son una realidad palpable, aunque hasta 2020 no se empezarán a vender los primeros.
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