El coche compartido es el futuro de la propiedad de vehículos, y Tesla no va a perder la oportunidad de tener su plataforma. Elon Musk ha ofrecido más detalles sobre cuál será su funcionamiento.
El mercado de automóviles está a punto de vivir cambios exponenciales. Por una parte, la electrificación es ya una realidad, como el modelo de Tesla demuestra. Solo queda ver cuánto hay que esperar para que los fabricantes tradicionales se unan a la nueva dinámica, y prioricen el motor eléctrico sobre la combustión. Por otra, habrá transformaciones incluso más profundas en lo que respecta a la propiedad de los vehículos, con el coche compartido siendo una realidad.
La teoría la conocemos desde hace años: al alcanzar un nivel de autonomía total, el coche ya no tiene por qué ser un objeto muerto y que ocupa un cuantioso espacio mientras su propietario no le da uso, sino que puede compartirse con usuarios que tengan una suscripción a una flota para aprovechar que, en un momento dado, un coche está libre y no va a ser usado en un periodo más o menos fijo, como una jornada laboral. La idea es que un coche compartido siempre esté funcionando, y no sea una inversión con la que se pierda tanto, pues sus propietarios recibirán pagos por permitir que otros hagan uso de los vehículos.
Llevar la teoría del coche compartido a la práctica se le presupone a Uber, que hace un par de años selló una alianza con Volvo para comenzar un entrenamiento de coches autónomos, y, en menor medida, a Tesla. Sin embargo, en la última presentación de resultados financieros de la compañía californiana, Elon Musk, su CEO, ha ofrecido más detalles de cómo podría funcionar el coche compartido en Tesla, algo que otros aún no han hecho.
Según Musk, de cara a 2019 puede existir la realidad tecnológica que permita poner en circulación una flota de coches compartidos, pero dados los problemas que existen para que los coches autónomos convivan con los tradicionales, no cabe esperar que llegue antes de 2023. Los Tesla nuevos ya tienen hardware capaz de llegar a la autonomía total, pero eso no quiere decir que el hecho de que circulen sin conductor sea una posibilidad a día de hoy.
La regulación sigue siendo el escollo más grande a superar, no sólo para la autonomía total, sino para el Autopilot, que en los no muchos lugares donde es legal, requiere siempre que el conductor tenga las manos sobre el volante para seguir funcionando. Profundizando más sobre el coche compartido de Tesla, Musk ha asegurado que el propietario tendrá plena disponibilidad cuando requiera el coche, lo que lleva a pensar que más bien significa disponer de un vehículo cualquiera, aunque no sea el propio.
En el ámbito financiero, continúan las malas noticias para Tesla. Ha cosechado pérdidas un 98% superiores a las del mismo periodo del año anterior, alcanzando los 620 millones de euros. Aun así, los ingresos han crecido un 26% año tras año, y Musk espera que, con el aumento de producción a 5.000 vehículos semanales, la situación se estabilice y los beneficios lleguen en el tercer trimestre.