Carga rápida

“Coches eléctricos para todos”: la propuesta de Ample

Esta startup se ha centrado en resolver los problemas de aprovisionamiento de energía a los coches eléctricos y ha obtenido un respaldo importante.

Poco se sabe de una empresa que se encuentra en fase incipiente. Pero ya ha atraído los afectos de grandes compañías petroleras, un sector que busca reinventarse a la electricidad, en cuanto a su oferta para automóviles se refiere. Ample saltó a los titulares por la ronda de financiación que cerró recientemente en 31 millones de dólares. Sobre todo destacaron dos nombres entre los inversores: Shell y Repsol.

La entrada de Shell en el terreno de la energía eléctrica destinada a vehículos no es nueva. Adquirió NewMotion, una firma con 30.000 puntos de carga repartidos por Europa y explora la transformación de sus gasolineras. La propuesta de Ample va en esa dirección: pretende mejorar el aprovisionamiento energético de coches eléctricos.

En este escenario, Ample ha señalado que pretende ofrecer una carga completa a cualquier vehículo en solo unos minutos. Es una alternativa a la carga tradicional, incluso a supercargadores. Entre la tecnología que emplea la empresa se encuentra un sistema de batería inteligente y robótica autónoma.

Aquí hay que leer entre líneas. Un documento de la compañía señala que esta trabaja en un cambio de baterías automático. Y esto encaja con lo que Ample ha dado a conocer públicamente, sin describir nunca su servicio profusamente. Es decir, un vehículo llegaría al lugar donde el sistema robótico le cambiaría la batería por otra al 100%.

La empresa ha afirmado que su sistema será válido para cualquier coche en cualquier parte del mundo. Es una apuesta tecnológica arriesgada. Tesla ya lo ha intentado, de momento sin éxito, y solo en las scooters parece haber funcionado un concepto así. Pero Ample cuenta con un respaldo importante para continuar su trabajo.

La carga de coches eléctricos, su principal reto

Cuando surgieron los coches eléctricos el mayor inconveniente a simple vista era su autonomía. La comparativa con los automóviles de combustibles fósiles era desproporcionada. Cualquier vehículo tradicional de baja gama podía hacer más kilómetros que el más flamante de los Tesla.

La forma de abordar el problema, sin embargo, ha cambiado. Ahora el mayor reto de los coches eléctricos no es su escasa autonomía sino su carga. Y aquí la comparación con los combustibles fósiles también es sangrante. Si un coche de gasolina llena su depósito en un par de minutos, el eléctrico lo hace en 20 ó 30, incluso con supercargadores.

Coche eléctrico de Volkswagen

Pero aún hay más. La capilaridad de la red de gasolineras actual es difícilmente alcanzable por la carga eléctrica sin una inversión descomunal. Para eso algunas compañías, como BMW, Volkswagen, Ford y Daimler, se han unido con el fin de crear una red de carga común. Es una estrategia para sumar fuerzas ante la avalancha de recursos que serán necesarios para cambiar al coche eléctrico.

Algunos proyectos también han explorado la posibilidad de cargar los vehículos mientras circulan. Así se evitarían los extensos tiempos de espera en los puntos de carga y se incrementaría la autonomía de los coches.

Imágenes: mark-vauxhall, Red Boy [Matt]

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