Los drones son una herramienta que se han utilizado en diferentes lugares durante la pandemia, incluido su uso para detectar posibles casos de Covid-19.
En Estados Unidos los drones se han empezado a utilizar para labores relacionadas con el control durante la epidemia. No es el primer país que se sirve de estos dispositivos como armas para luchar contra el coronavirus. En China ya los han empleado incluso para desinfectar, mientras que en lugares como España los han usado para advertir a la gente. Al final se trata de evitar nuevos posibles casos de Covid-19.
El departamento de policía de Westport, en el estado de Connecticut, ha ensayado el uso de drones ante la epidemia. Una de las funciones a las que estarían dedicadas estas aeronaves sería la monitorización de la distancia social entre personas. Para cumplir con su cometido cuentan con sensores especializados y sistemas de visión artificial. Con ellos permiten calcular si las personas mantienen la distancia.
Pero esta solo es una de sus funciones. La otra consistirá en detectar posibles casos de Covid-19. Lo harán con la ayuda de sus sensores, capaces de medir la temperatura corporal, así como el ritmo cardíaco y los niveles respiratorios. De la misma forma, también puede identificar a personas que estornuden o tosan en medio de grupos de gente.
No es necesario que los drones se aproximen para identificar estos síntomas. Su tecnología puede detectar posibles casos de Covid-19 a casi 60 metros de distancia. En realidad, el empleo de estas aeronaves responde a un principio básico. Se trata de evitar la exposición al virus, en este caso de las fuerzas del orden.
El apoyo de los drones
A los drones se les ha visto en labores de apoyo en incendios o en el rescate de personas, e incluso llevando medicamentos a zonas aisladas. Y ahora se emplean para apoyar las medidas contra el coronavirus.
Han avisado a la población sobre las medidas de seguridad, mediante altavoces. Pero los drones también se han empleado en la desinfección. Esto ha ocurrido en China, en la ciudad de Shenzhen. Allí, un modelo de dron preparado para fumigar los campos en tareas de agricultura, roció las calles con desinfectante. A esta labor se han sumado otros medios que evitan la exposición de los trabajadores. Como las furgonetas autónomas, que también han sido usadas en China.