Cómo elegir una batería externa

1. Cuando se cumplen aproximadamente nueve años de era smartphone, y cuando este ha alcanzado su plena madurez, uno de sus grandes problemas permanece casi intacto. Los usuarios usan cada vez más horas su terminal, aparecen aplicaciones o juegos como Snapchat y Pokémon GO que aumentan considerablemente el drenaje de la batería y no, la autonomía final no es mejor. La frase «llegar al final del día» con uso intensivo sigue siendo una quimera y, contra ello, poco se puede hacer. Salvo poner una batería externa en tu vida. Sobre cómo elegirlas hablaremos hoy.

Capacidad

Lo primero a tener en cuenta al elegir una batería externa será su capacidad. La pregunta a responder aquí es cuántas veces quieres recargar tu smartphone con una sola carga de tu batería externa. Si la media de las baterías de los smartphones hoy ronda los 3.000 miliamperios por hora (mAh), esa capacidad debería ser la mínima a adquirir. Con 12.000 mAh, nos acercaríamos (nunca se consigue tanto como el fabricante promete) a las 4 cargas completas. Eso sí, hay que saber que, conforme crece la capacidad, suele crecer el precio.

Tamaño y peso

¿Por qué elegir una más pequeña cuando puede ser más grande? Como hemos dicho en el apartado anterior, por precio, pero también por tamaño. La clave está en encontrar un equilibrio entre la necesidad energética y la portabilidad. En muchos casos, será mejor tener dos cargas disponibles y poder llevar en el bolsillo que tener tres pero no poder llevar a la calle sin una bolsita. Otra clave es elegir según medidas y peso, y es que no todos los fabricantes optimizan igual de bien el espacio, y no tiene nada que ver un diseño actual con uno de hace un par de años.

Velocidad de carga y recarga

Otro de los aspectos importantes. Al igual que ocurre con el cargador de pared, el plazo que nuestro smartphone tarda en llenar su batería puede ser crucial dependiendo de la situación. De igual manera puede serlo el tiempo que tarde en cargarse la batería, como por ejemplo ocurre en una salida que implique madrugar y en la que no haya muchas horas para recargar. Así, el mejor consejo es apostar por una batería que acepte el estándar Quick Charge de carga rápida de Qualcomm, tanto en entrada como en salida de energía. Si no cuenta con él, lo mejor es apostar por baterías externas con salidas y entradas de 2.4 amperios. Siendo así puede recargar a buena velocidad tanto un smartphone como una tablet. Sobre el tiempo de carga de la batería, en un modelo de 6.000 mAh, hablaríamos de aproximadamente dos horas y media.

Conexiones y pequeños añadidos

Si el objetivo es cargar un dispositivo exclusivamente, no debe importar mucho qué batería externa elegir, con una de un puerto puede bastar. Sin embargo, también se puede dar el caso de que se desee cargar smartphone y tablet a la vez. En ese caso, pues, será obligatorio contar con un modelo que tenga, al menos, dos tomas USB. Sobre otro aspecto a tener en cuenta, las que añaden linterna mediante luces LED pueden ser muy útiles en situaciones con poca iluminación como un camping. Tampoco está de más buscar baterías que incluyan una pequeña placa solar que ayude cuando nos encontremos lejos de un cargador.

¿Qué evitar?

Como siempre, lo mejor es apostar por baterías de un fabricante conocido o que tenga cierta experiencia en el campo. Si son de dudosa procedencia, el usuario puede enfrentarse no sólo a una capacidad o velocidad de carga falsa, sino a fuertes calentamientos que a la larga resulten en baterías hinchadas e incluso explosiones. A día de hoy lo más recomendable es apostar por baterías de fabricantes como Samsung, Anker, Aukey o Xiaomi, pero incluso con estas hay que tener cuidado, pues pueden ser falsas.

Imagen principal: supromart58 (Flickr)