Cómo medir y evitar la contaminación a través de las aves

¿Has pensado alguna vez que las palomas puedan dar información sobre los niveles de polución? Pues en Londres es lo que ocurre. Investigadores han colocado sensores a un grupo de palomas para medir la polución de la capital londinense.

Si hacemos una encuesta a pie de calle sobre los problemas de la sociedad, obtendremos respuestas variadas sobre política, economía o temas sociales. Y seguro que la contaminación es uno de ellos. Una situación que el ser humano no termina de considerar importante, a pesar del Protocolo de Montreal (1987), que prohíbe los gases que destruyen el ozono atmosférico, y el Protocolo de Kyoto (1997), que reduce emisiones de gases de efecto invernadero.

De hecho, en el año 2000, el agujero de la capa de ozono alcanzó un tamaño histórico, con 25 millones de kilómetros cuadrados. Todo esto generó una corriente de apoyo a nuestro planeta, aunque siga siendo minoritario, ya que la destrucción que el ser humano estaba haciendo de nuestro ecosistema estaba siendo flagrante. En ese sentido, y 16 años después de la gran cifra del agujero de la capa de ozono, parece que el ser humano comienza a ser consciente de la importancia de cuidar el planeta, pues el agujero antártico se ha reducido en cuatro millones de kilómetros cuadrados o, lo que es lo mismo, ocho veces el tamaño de la península ibérica.

capa_de_ozono

Estos resultados fueron presentados por Susan Solomon, geóloga del MIT (Massachusetts Institute of Technology), junto a otros colegas del Centro Nacional de Investigación Atmosférica de Boulder (Colorado) y la Universidad de Leeds (Reino Unido) en la revista Science. Todo un trabajo que no hace más que alentar y concienciar a la población de la importancia de acabar con la contaminación.

Soluciones para controlar los niveles de contaminación

Las grandes ciudades del mundo tienen claros los procesos y soluciones necesarias para controlar la polución que sufren. Las industrias, los vehículos, los residuos que generan terminan encerrando los núcleos dentro de boinas de suciedad que no permiten la entrada de oxígeno limpio, creando problemas de salud en la mayoría de los residentes en estas zonas.

Tenemos dos ejemplos de lucha contra la contaminación en Europa. Por un lado, Madrid ha creado tres niveles de actuación, preaviso, aviso y alerta, dependiendo de la cantidad de NO2 (dióxido de nitrógeno), con cuatro escenarios que implicarán la aplicación de distintas medidas: restricciones de tráfico, limitación de velocidad en carreteras regionales (conductores que circulen por M-45 y M-607 no podrán superar los 90km/h), circulación limitada a 100 km/h en autopistas y autovías. A todo esto, hay que añadir la promoción del transporte público y la reducción de emisiones de los sectores productivos.

Por otro lado, Londres lleva cinco años con problemas de contaminación del aire y, en la primera semana de 2016, había superado el límite anual. De hecho, la capital del Reino Unido tiene gran parte de la ciudad controlada mediante sensores instalados en diversas zonas, pero que solo cubren esas zonas por lo que existen otras sin registros.

Para llegar a todos los distritos londinenses y concienciar a la población sobre esta problemática, durante unos días de marzo fueron soltadas diez palomas que portaban unos sensores de Plume Labs, midiendo los niveles de dióxido de nitrógeno y ozono, entre otros contaminantes. A esta iniciativa se denominó Pigeon Air Patrol.

Una iniciativa efectiva

El funcionamiento de este sistema es muy sencillo: las palomas volaban libremente por el cielo de Londres con los sensores incorporados en su espalda. Éstos llevaban un GPS con los que transmitían la información sobre los niveles de contaminación del aire existentes en cada momento. Además, este sistema permitía a cualquier persona interesada en las mediciones obtener la información exacta de cada distrito mediante dos vías:

  • Enviando un tweet con el código postal a @PigeonAir
  • Consultando la aplicación para el dispositivo móvil

plumelabs01

El resultado no ha podido ser más beneficioso para los habitantes de Londres. Por un lado, se han reunido los fondos necesarios para más sensores mediante una campaña de crowdfunding; y por otro, una gran cantidad de habitantes preocupados por la polución reinante se han sumado al ejército de palomas, colgando los sensores en sus  bicicletas, chaquetas, mochilas y demás para recolectar todos los datos posibles.

En suma, una gran idea para concienciar a las personas de la importancia que tiene cuidar el entorno evitando contaminar nuestra casa, y que muchas de las ciudades del mundo deberían seguir.

Sobre el autor

RELACIONADOS

GPTs Custom

Cómo hacer GPTs Custom

Hace unos meses, OpenAI presentó una nueva función para ChatGPT, el popular chatbot de la compañía que funciona gracias a GPT-4, su modelo de...