Un nuevo negocio está surgiendo en Estados Unidos en torno al repostaje de los coches. Se trata del reparto bajo demanda de gasolina.
La gente hoy en día no tiene tiempo de nada. Pero hay cosas que hay que hacer sí o sí. Como echarle gasolina al coche, al menos si quieres que este te lleve de un sitio a otro. Son de esas cosas imprescindibles que a veces retrasas lo máximo posible para no perder unos minutos preciados en tal o cual trayecto. Pero por mucho que apures, tarde o temprano necesitas pasar por la gasolinera para repostar. O no. En Estados Unidos hay una idea de negocio rondando desde hace poco que suprime esta incomodidad.
Si la gente no tiene tiempo para pasar por la gasolinera o sencillamente no quiere tomarse la molestia de ir, hay empresas de reparto personalizado de gasolina. En los últimos dos años han surgido varias startups cuya propuesta de valor consiste en una especie de entrega a domicilio de combustible. Solo que no es a domicilio. El repostaje se puede producir en la carretera, en el aparcamiento del trabajo o en cualquier lugar que pida el usuario.
Para hacerse una idea de cómo funciona este negocio podemos tomar como ejemplo a una de estas startups: Yoshi, que ha levantado una ronda de financiación de 120.000 euros y ya ha logrado ser rentable. Se trata de un servicio a cambio de una mensualidad de 15 dólares. Los clientes que pagan esta mensualidad obtienen el combustible cuándo y dónde quieren al precio más bajo del mercado, a veces incluso por debajo de este.
Aquellos que no son usuarios de pago también pueden pedir gasolina, pero esta saldrá más cara. La idea que tiene este tipo de negocio, que en Estados Unidos cuenta con otras empresas introduciéndose en él, como Filld o WeFuel, es que pasamos mucho tiempo con el coche en disposición de ser repostado. Lo único que ocurre es que nadie se toma la molestia de buscar nuestro coche y ponerle gasolina.
Esto es precisamente lo que hacen estas empresas. Acuden al aparcamiento del trabajo, a tu propia casa o incluso a un punto que el usuario indique en la carretera. Y llenan el depósito. Los usuarios del servicio se comunican con este a través de una aplicación móvil, que les permite decir de forma rápida dónde están y qué necesitan.
Para repostar, las compañías utilizan una especie de camionetas adaptadas para transportar el combustible. Pero además cuentan con una tecnología propietaria para abrir el depósito de gasolina y poder llenar el tanque sin la intervención del conductor. Así, estos camiones de las empresas pueden llenar el depósito sin molestar al propietario del vehículo.
En el caso de Yoshi, las peticiones de gasolina tienen que pedirse con cierta anticipación. De esta forma la empresa traza una ruta de reparto eficiente. Mientras que al usuario en la mayoría de las ocasiones le da igual pedir la gasolina con anticipación. Sabe que su coche está parado en un lugar muchas horas al día, como ocurre cuando está en el trabajo o en casa.
La idea tiene más sentido en Estados Unidos, donde las distancias son muy largas. Fuera de las ciudades la población está dispersa, en vecindarios que apenas cuentan con servicios básicos. Para llegar hasta ellos hay que montarse en el coche y conducir algunos kilómetros. Lo mismo ocurre para buscar una gasolinera. Sin embargo, en cualquier sitio los coches permanecen mucho tiempo parados y en cualquier sitio no deja de ser una molestia tener que parar en la gasolinera.
Imágenes: ElasticComputerFar y ResonaTIC