conducción asistida

El primer caso de conducción asistida de un vehículo particular tiene lugar en Talavera

Talavera de la Reina ha sido el escenario elegido para presentar el primer caso de uso de conducción asistida de un vehículo a través de la red móvil y en tiempo real en Castilla La Mancha. Una iniciativa de Telefónica llevada a cabo dentro del proyecto Ciudades Tecnológicas 5G.

El primer caso de uso de conducción asistida de un vehículo particular se ha podido podido ver en Talavera de la Reina. En la ciudad castellana, Telefónica ha equipado tanto el vehículo como la infraestructura vial de las calles con una tecnología que permite intercambiar información, dando el primer paso hacia las comunicaciones vehiculares V2X sobre redes móviles en un entorno urbano real.

La colaboración como apuesta

La presentación de este primer caso de uso de conducción asistida de un vehículo particular ha sido posible gracias a un ensamblaje colaborativo donde han participado otras empresas relevantes del sector.

Mientras SEAT ha aportado un vehículo modelo Ateca, equipado con la última tecnología en conectividad y modificado para poder ofrecer advertencias al conductor a través del cuadro de instrumentos, FICOSA ha fabricado el dispositivo de comunicaciones C-V2X embarcado en el vehículo; y SICE, fabricante y suministradora de la infraestructura vial, ha colaborado en dotar de conectividad a los cruces semafóricos. Por último, Ericsson ha sido el responsable del despliegue del núcleo de red distribuido que ha permitido la comunicación entre el vehículo y la infraestructura vial.

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Dos casos de uso basados en el protocolo estandarizado C-V2X

Para hacer realidad los dos casos de uso, y con el objetivo de conseguir latencias menores y estables, se ha desplegado un núcleo de red distribuido, en el que se ha embarcado la aplicación que actúa como mediadora entre la infraestructura y los vehículos, posibilitando el caso de uso pre-5G.

Estos casos de uso de conducción asistida, que se han basado en el protocolo estandarizado C-V2X para permitir las comunicaciones vehiculares haciendo uso de la infraestructura móvil existente, son los siguientes:

  1. Aviso al vehículo por parte del semáforo de que existe un peatón cruzando por un paso de cebra en curva ciega a la derecha. Si, además, el conductor demuestra su intención de giro activando el intermitente de giro a la derecha, el vehículo muestra en el cuadro de instrumentos un aviso de peatón cruzando.

  2. Aviso al vehículo por parte del semáforo de que va a cambiar a rojo de forma inminente. Es el vehículo el que decide, según su ubicación, velocidad y trayectoria, si le da tiempo a cruzar el semáforo o no. En caso negativo muestra un mensaje de aviso en el cuadro de instrumentos del coche, de forma que el conductor pueda realizar una frenada controlada.

La gerente de Innovación de Telefónica España, Mercedes Fernández, entiende que “la ventaja de emplear la tecnología C-V2X sobre la red móvil es que proporciona a los vehículos una información adicional del entorno vial sin tener que hacer despliegues específicos. A medida que vaya evolucionando la red y las latencias sean más bajas, los casos de uso avanzarán hacia la conducción cooperativa y la conducción autónoma”.

Un paso en el proyecto ciudades tecnológicas 5G

Esta experiencia se enmarca dentro del proyecto Ciudades Tecnológicas 5G, puesto en marcha el pasado enero, para convertir Talavera de la Reina en escenarios reales de 5G donde realizar en paralelo tanto el despliegue tecnológico como los casos de uso que permitan poner en valor las capacidades de la nueva generación de telefonía móvil.

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