La seguridad online o seguridad en Internet es cada vez más importante, ya que pasamos mucho tiempo interactuando con otras personas o dispositivos a través de la red de redes.
Y como en el mundo físico, en Internet encontramos lo mejor y lo peor de la condición humana. Esto se traduce en que podemos disfrutar de contenido, aplicaciones y servicios pero, al mismo tiempo, podemos toparnos con páginas poco aconsejables o aplicaciones que quieren infectar o secuestrar nuestros dispositivos conectados.
Lejos de sembrar el pánico, para hacer buen uso de Internet y proteger nuestra seguridad online, tan solo debemos adoptar algunos hábitos y tomar ciertas precauciones. Nada que no hagamos en nuestro día a día. Y si eres cliente de Movistar, también puedes beneficiarte de Conexión Segura, un servicio de seguridad en Internet gratuito para clientes.
Estar siempre a la última con la seguridad en Internet
Uno de los pilares de la seguridad en Internet consiste en que tus dispositivos sean seguros. Y para ello, conviene que su software esté a la última, es decir, que esté actualizado. Esto incluye tanto el sistema operativo como las aplicaciones de tu ordenador, smartphone, etc. En especial, aquel software que utilizas para hablar por Internet o para navegar por la Web.
Las actualizaciones añaden mejoras pero también corrigen problemas y errores. En algunos, esos errores permiten a terceros acceder a tus dispositivos.
Aunque los dispositivos actuales comprueban automáticamente si el software está al día, no está de más dedicarle unos minutos una vez por semana o al mes para comprobar si todos tus dispositivos están actualizados. Y si todos los sistemas de seguridad, principalmente los antivirus de nuestros ordenadores y móviles, están al día.
Las contraseñas
Las contraseñas o palabras clave son la principal medida de seguridad en Internet con la que contamos para evitar que alguien acceda a nuestros dispositivos, cuentas de usuarios, banca online o documentos protegidos. De ahí que debamos darle la importancia que merecen.
Ya utilices un patrón, un PIN o una contraseña con cifras y letras, conviene no repetirlas. Si alguien descubre una de nuestras contraseñas, podrá usarla en dos o más de nuestras cuentas o servicios online. Si te cuesta recordarlas todas, puedes usar gestores de contraseñas.
También es recomendable no compartir las claves o contraseñas con nadie y mucho menos anotarlas o difundirlas en medios no seguros, como un papel o una conversación de WhatsApp. Precisamente, los ataques de phishing consisten en engañarnos para dar nuestras contraseñas o datos personales a quienes dicen ser nuestro banco o un organismo público. Para evitarlo, asegúrate de que solo das tus datos en un formulario oficial y cifrado y no una página falsa.
En la actualidad, las contraseñas tienen un aliado en la verificación en dos pasos. Así, mientras que antes introducías la contraseña y ya, hoy en día en muchos sitios web tienes una capa adicional de seguridad en Internet. Además de indicar la contraseña, tendrás que validarla mediante un código adicional que recibirás en tu teléfono.
Copias de seguridad para incrementar la seguridad en Internet
Parece algo del pasado, pero las copias de seguridad son importantes. Sirven tanto para recuperar archivos, documentos y datos en caso de perder físicamente un dispositivo como para recuperar ese contenido si has sido víctima de malware que formatea tus datos y, especialmente, del conocido como ransomware.
El ransomware exige un pago a cambio de recuperar tus archivos o acceso a tus dispositivo, que han sido cifrados. La solución pasa por obtener una vacuna a ese ransomware o, la solución más simple y drástica, recuperar tus copias de seguridad.
Por suerte, gracias a Internet, los dispositivos móviles y las computadoras cuentan con copias de seguridad automáticas que suben ese contenido a Internet. En iPhone y Android es algo habitual, y en Windows y macOS hay varias opciones, oficiales y de terceros.
Otra posibilidad es acudir a las copias de seguridad clásicas, es decir, copiando los datos en un disco externo, cada vez más económicos y con mayor capacidad.
Precauciones al navegar por Internet
Con las actualizaciones y las contraseñas, tenemos dos frentes cubiertos en cuanto a seguridad en Internet. Y si seguimos las siguientes precauciones al navegar, evitarás tener que acudir a las copias de seguridad.
Primero, procura acceder a sitios web que emplean cifrado. Los navegadores las destacan con el icono de un candado. Desconfía de páginas sin cifrar y procura no abrir enlaces que no sabes a dónde conducen, en especial si vienen de fuentes desconocidas como mensajes de correo electrónico anónimos o mensajes de desconocidos de WhatsApp o Facebook.
Cuando debas introducir tus datos para cualquier gestión o realizar gestiones, asegúrate que lo haces en la página oficial de tu banco o de la tienda online o servicio en cuestión. No lo hagas a través de otros canales no oficiales. Es un principio básico de la seguridad en Internet.
Por otro lado, vigila qué información privada facilitas a través de formularios o en redes sociales. No conviene dar demasiados datos a desconocidos. Aunque no le des valor, tu información personal es importante pues puede usarse para suplantar tu identidad o para acceder a algunas de tus cuentas de usuario.
Descargar, instalar y dar permisos
Más precauciones. Al instalar software y aplicaciones desde Internet, conviene acudir a las fuentes oficiales. En dispositivos móviles, cuentan con tiendas oficiales. En computadoras, también hay tiendas de aplicaciones. Y en algunos casos, puedes acudir a la página oficial de esa aplicación.
Al descargar archivos también conviene tener cuidado. Debemos asegurarnos de qué estamos descargando y si la página que lo alberga es fiable. Si recibimos un archivo por correo electrónico, conviene asegurarse de que ha sido enviado por quien dice ser.
Otro aspecto a tener en cuenta para mejorar tu seguridad en Internet tiene que ver con el uso que hacen las aplicaciones y sitios web de tus dispositivos. Tanto tu smartphone como tu computadora cuenta con micrófono, cámara, tecnología para ubicarte en el mapa… Hoy en día, los sistemas operativos permiten gestionar los permisos que les das a tus aplicaciones y servicios web para acceder a esas funciones. Lo mismo ocurre con el navegador web. Conviene revisar a qué apps y servicios das ciertos permisos.
