Empezar una startup

Consejos para empezar una startup

Cuando se va a dar el paso de empezar una startup hay algunos factores que merece la pena tener en cuenta para que el camino sea más llevadero.

Nadie tiene segura la clave del éxito. Pero lo cierto es que siempre hay determinados aspectos de los que conviene estar pendientes a la hora de empezar una startup. Así, desde elementos tan básicos como el estudio de mercado y el plan de negocio, hasta factores como la contratación o la perseverancia del emprendedor son importantes en el proceso. Normalmente hablar de startups se asocia con el sector tecnológico, pero en realidad al iniciar un proyecto empresarial siempre existen elementos comunes.

A continuación dejamos una serie de consejos a tener en cuenta al empezar una startup.

Tener claro cuál es el producto que quieres ofrecer

Siempre va a haber un producto. La startup puede ofrecer servicios o sencillamente el trabajo de sus empleados, pero al final su actividad se puede resumir en un producto, una proposición. Casi se puede decir que es una propuesta de mejora respecto a lo que hay en el mercado.

Los fundadores tienen que tener claro qué aporta este producto, en qué se diferencia de la competencia y por qué debería existir. Por qué motivos van los usuarios, los clientes o el público al que se dirigen a comprar su propuesta en lugar de lo que ya existe (muchas veces en lugar de lo que ya han comprado previamente).

Estudio de mercado

Si lo primero es tener claro qué se quiere ofrecer, lo segundo es estar seguro de qué se puede ofrecer, teniendo en cuenta lo que hay en el mercado y los recursos propios. Después de analizar a la competencia, de este estudio de mercado tiene que salir la propuesta que la startup va a ofrecer. Se trata de una posición más realista, tal vez se hayan rebajado las expectativas o se ha tenido que reformular la mayor parte del proyecto. En muchas ocasiones basta un breve estudio de mercado para darse cuenta de que de hecho la idea ya está suficientemente explotada y el proyecto muere aquí.

Empezar una startup

No perder de vista que hay que rentabilizar ese producto

Más tarde o más temprano hay que sacar rentabilidad a la startup. Es cierto que muchas grandes tecnológicas últimamente han crecido de tamaño hasta llegar a unas dimensiones considerables antes de empezar a rentabilizar su producto, como fue el caso de Facebook o lo es de Twitter. Pero esto solo es posible si existe una inversión potente detrás. En otros casos la monetización tiene que iniciarse en una fase más temprana.

No conviene perder de vista que este es uno de los objetivos de poner en marcha el proyecto. Hay que elaborar un plan de negocio consistente y tratar de llevarlo a cabo.

Rodearse de talento

Es evidente para cualquier empresa. Contratar bien es una parte fundamental del éxito. En un proyecto que está empezando lo es más aún. Los fundadores tienen que rodearse de gente de confianza, pero sin dejar de buscar a los mejores para el puesto (en la medida de sus posibilidades, claro).

Paciencia relativa

Al empezar una startup hay que probar, esperar y no desesperar. Hay que ser constante y perseguir los objetivos sin dejar que cunda el desánimo, algo que suele ser frecuente. Pero si el proyecto no va según lo esperado será necesario ponerse plazos para buscar soluciones, con el fin de no empantanarse. Si la startup no termina de arrancar no es el fin del mundo. De hecho en Silicon Valley los inversores consideran un punto a favor del emprendedor si este ha tenido algún fracaso antes.

Imágenes: Simon Blackely y VisitLakeland

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