¿Qué te parece si te dijera que estamos cada vez más cerca de que cualquier persona, sin necesidad de estudios de campo determinados, pueda diseñar y personalizar un robot? Pues bien, ya es posible diseñar un robot en cuestión de minutos para luego imprimirlo en 3D. El montaje del prototipo lleva unas cuatro horas aproximadamente.
Aunque los robots estén hoy en día en boca de todos, su fabricación todavía es muy complicada y requiere de profesionales expertos en diferentes campos para llevarlo a cabo. Es un proceso largo que engloba el diseño del prototipo, la fabricación o el testeo con el propio producto. Incluso un pequeño cambio en el prototipo puede hacer que el proyecto se retrase semanas.
Pero ¿qué te parece si te dijera que estamos cada vez más cerca de que cualquier persona (sin necesidad de tener estudios de campo determinados) pueda diseñar un robot?
Investigadores del MIT Computer Science and Artificial Intelligence Laboratory han presentado un sistema denominado “Interative Robogami”, que permite diseñar un robot en cuestión de minutos para luego poder imprimirlo en 3D. El montaje del prototipo lleva unas cuatro horas aproximadamente.
Cómo funciona
La impresión 3D ha permitido que se puedan transformar ideas en objetos reales, pero el aprendizaje del uso de las herramientas de diseño conlleva mucho tiempo y dedicación.
Interative Robogami es muy intuitivo, permitiendo a los usuarios elegir entre una biblioteca de más de 50 cuerpos diferentes, de ruedas, piernas, periféricos… así como una selección del tipo de pisadas. Para crear estos diseños el sistema utiliza simuladores con algoritmos permitiendo que los usuarios se centren en el diseño conceptual del prototipo.
El propio sistema es capaz de garantizar si el diseño es posible, y analiza factores como la estabilidad o la velocidad haciendo sugerencias y asegurándose, por ejemplo, de que no creamos un robot tan pesado que no pueda moverse sin volcar.
Una vez que diseñamos el robot es hora de fabricarlo. Para la impresión 3D de robots, los investigadores se han inspirado en la técnica del origami, y cuando tenemos todo diseñado, imprimen el modelo en partes planas que pueden conectarse con juntas. A continuación, se dobla el modelo y se le da la forma final.
Interative Robogami, a prueba
Para probar el Interative Robogami, los investigadores contaron con ocho sujetos a quienes se les dio una formación previa de 20 minutos, y se les pidió que realizasen dos tareas:
1) El diseño de un automóvil en solo 10 minutos.
2) La creación de la trayectoria que iba a seguir el robot por una carrera de obstáculos en el menor tiempo posible.
El equipo fabricó un total de seis robots; se tardó ente 10 y 15 minutos en el diseño; entre 3 y 7 horas en la impresión; y entre 30 y 90 minutos en el montaje.
Conclusiones
Gracias a su método de impresión 3D y doblado, el equipo pudo demostrar que se redujo un 73% el tiempo de impresión, además, la cantidad de material utilizado se redujo un 70%. Los robots mostraron una amplia gama de movimientos.
Los investigadores esperan que en un futuro la gente pueda incorporar robots a sus tareas cotidianas, y que sistemas similares, con tecnologías de impresión rápidas, permitan una personalización de los robots. La versión actual solo se centra en que éstos puedan andar, pero esperan que en un futuro también pueden volar. Otro de sus objetivos a largo plazo es que el usuario pueda definir el comportamiento del robot, en términos de qué tarea pueda llegar a realizar.
