Daimler ya vende baterías domésticas como las de Tesla

Tal vez el futuro de las compañías de automoción esté en las energías. Desde luego no parece estar en los coches. Al menos no como lo estaba hasta ahora. El automóvil ha sido el invento del siglo XX, aun habiendo nacido en el XIX. Durante las pasadas décadas se ha alzado a la categoría de utilitario, comúnmente utilizado en la mayor parte de los rincones del planeta.

Para las clases medias de los países desarrollados se convirtió pronto en un símbolo de poder, una bandera del estatus social de cada uno. Mientras que los países en desarrollo era la máquina útil que permitía desplazamientos rápidos, transporte, comunicaciones. En este contexto prosperaron las marcas de automóviles , tanto las de utilitarios como las de modelos de lujo.

Pero este modelo parece acabado. No solo porque los coches eléctricos vayan a tomar las calles –echando por tierra el proceso industrial que las firmas de automoción han madurado a lo largo de décadas– sino porque la movilidad en las ciudades está virando hacia formas como el car-sharing o la contratación de servicios de transporte, tipo Uber o Cabify. ¿El resultado? Se necesitarán menos coches que hasta ahora.

Tal y como está el mercado, una de las únicas tendencias seguras es el coche eléctrico. Tesla, pionera en este campo, no se ha quedado ahí. A finales de 2015 lanzó una batería de uso doméstico, un año después presentó la segunda versión de la misma y unas tejas solares estéticas que aún no han salido al mercado. Esto se junta con la absorción de SolarCity, que fabrica paneles solares.

Después de todo algo tiene que mover a los coches. Y si no va a ser el petróleo, el mercado de la producción y la acumulación de electricidad tiene un nicho por explotar. Esta relación entre movilidad y energía eléctrica también la ha visto Daimler , que acaba de anunciar que empezará a distribuir baterías domésticas. Un año antes anunció la inversión de 500 millones en una fábrica de baterías.

Daimler AG dio el primer paso el pasado año. Junto a su subsidiaria Detusche ACCUMOTIVE, la firma alemana desarrolló y produjo unos acumuladores eléctricos destinados al mundo de la industria. Ahora esta tecnología se traslada al ámbito del hogar. Se trata de baterías de hasta 20 kWh. La compañía afirma que combinando esta tecnología con paneles fotovoltaicos se puede incrementar el autoconsumo en un 65%.

Más allá de las estimaciones de Daimler parece claro que las compañías de automoción están optando por diversificar sus negocios. La energía es uno de los sectores que serán adyacentes a los coches en los próximos años. Pero no será el único. Toyota, por su parte, con su profundo bagaje en la robótica, ha empezado a construir robots con fines médicos y los ha propuesto bajo un programa de alquiler.

Imágenes: Eric Fleyourhead, Daimler