Una de las ramas de la investigación que hace la agencia DARPA tiene un enfoque llamativo: el objetivo es mezclar a los humanos con las máquinas.
La agencia DARPA estadounidense se caracteriza por emprender los proyectos más futuristas. En su seno han surgido inventos tan celebrados como el propio Internet, al menos su embrión. Ni que decir tiene la inteligencia artificial –tan de moda ahora– se cuenta entre sus áreas de investigación. El enfoque de la agencia va más allá del desarrollo de algoritmos. Sus responsables han afirmado públicamente que trabajan en mezclar a los humanos con las máquinas.
En contra del primer pensamiento que esto puede sugerir, el concepto no es sinónimo de cyborgs ni de RoboCop. De hecho, la combinación de personas y máquinas ya existe hoy en día. Entre las investigaciones que ha respaldado DARPA se encuentra la que han llevado a cado científicos de Harvard Medical School. Su objetivo consiste en determinar qué medicamentos detendrán el cáncer de piel en pacientes con esta enfermedad.
No parece un trabajo donde se pueda mezclar a los humanos con las máquinas, pero de nuevo, el concepto no solo es la visión futurista, de tintes apocalípticos, que nos ha transmitido la ciencia ficción. Para averiguar cuál es el mejor tratamiento los científicos tienen la ayuda de un potente algoritmo que ellos han desarrollado. Su habilidad: calcular las interacciones que los compuestos químicos tienen con las células del paciente. El papel de los científicos: pensar en cuál podría ser el tratamiento más adecuado en un caso concreto. Esto lo hacen a partir de las evidencias clínicas y sus conocimientos teóricos, pero también su experiencia y un importante rasgo distintivo: su intuición.
En la Universidad de Utah DARPA ha dado su apoyo a otro programa de investigación. En este caso los científicos han trabajado con Fleenor, una persona que hace 25 años perdió sus dos manos en un grave accidente. Le han implantado un chip en el brazo y cuando lo mueve, en una pantalla aparece su brazo con una mano virtual adosada. Lo interesante es que cuando Fleenor va a abrir una puerta virtual siente el tacto, de forma biológica y neurológica.
Son ejemplos de los trabajos que DARPA financia en esta futurista esfera de mezclar a los humanos con las máquinas. También patrocina investigaciones con exoesqueletos, para ayudar a las personas aquejadas de parálisis. Los implantes de chips que desarrollen funciones similares a las de un ordenador son otra rama que la agencia estudia. Asimismo se contempla utilizar este tipo de procesamiento para combinarlo con las personas, pero sin llegar a implantarlo.
Esto coincide con la idea de inteligencia artificial que propugna Elon Musk, el fundador de Tesla. Recientemente afirmó que la mezcla de humanos con las máquinas es necesaria para la supervivencia en el futuro. Sus palabras suenan exaltadas, pero su explicación es moderada. Para Musk la tecnología debería ser una tercera capa cerebral para las personas. La primera capa cerebral es el instinto más animal, el córtex está por encima y nos concede el raciocinio. El siguiente escalón es el digital. Según el empresario ya habríamos llegado a esto. Las herramientas digitales, pese a no estar dentro de nuestro cuerpo, están con nosotros día a día.
En esta categoría entrarían investigaciones de DARPA como la de unas lentillas inteligentes , que permitirían a militares ver lo que ve un dron desde el aire.
Imágenes: Metro-Goldwyn-Mayer y Cea.