Investigadores del País Vasco desarrollan DATINK, un sistema para estimar la edad de documentos con la mejor precisión y eficacia obtenida hasta el momento.
¿Hace cuántos años se realizó el testamento? ¿En qué fecha se firmó el finiquito? ¿A qué curso académico pertenecen estas anotaciones en el cuaderno? Si alguna vez te has planteado cuestiones como las anteriores, estás de enhorabuena. Una investigación realizada en la Universidad del País Vasco ha permitido el desarrollo de DATINK, una suerte de «bolígrafo» capaz de datar documentos.
Gracias a este sistema, los forenses podrán determinar la «edad» de la tinta depositada en un papel cualquiera. La invención, que analiza los solventes presentes, también «esquiva» uno de los grandes escollos de la datación de documentos: no verse limitada por la cantidad de tinta empleada o el tipo de papel utilizado. Estos parámetros dificultan la estimación, además de otras características como la presión del trazo o la técnica empleada.
Además, los métodos convencionales de datación solo conseguían discernir entre documentos recientes (que tuvieron menos de noventa días) y más antiguos (cuya edad fuera superior a dos años). Sin embargo, la investigación forense -especialmente aquella que se aplica en procedimientos judiciales- necesitaba contar con una mayor precisión en las estimaciones. DATINK consigue resolver este problema, según han publicado en la revista Analytica Chimica Acta.
Como explica a la Agencia SINC Luis Bartolomé, del Servicio Central de Análisis de Bizkaia (SGIker), «el interés de este método es que puede determinar con mayor exactitud la edad del trazo dibujado con un bolígrafo». Con el objetivo de desarrollar DATINK, los investigadores trabajaron con diferentes muestras de tinta con bolígrafos BIC, una de las marcas más comercializadas. Cada documento fue escrito utilizando una presión diferente y en un momento distinto, dos factores que pueden alterar la datación.
La edad de las muestras era conocida por los científicos, que evaluaron los informes centrándose en el compuesto 2-fenoxietanol, un solvente muy común en las tintas de bolígrafos de bola como los BIC. Tras dejar que se evaporara, los investigadores establecieron un patrón para relacionar el tiempo transcurrido con el estado en el que se encontraba la tinta del documento. Conociendo estos datos, el equipo de la UPV probó DATINK para determinar su eficacia y precisión.
Su invento permitió estimar la edad de escritos realizados hasta cinco años antes, con un margen de error del 20%. Gracias a la técnica, los investigadores lograron mejorar la eficacia y precisión obtenida por los sistemas convencionales. Además, la Universidad del País Vasco también ha señalado que el método desarrollado es menos intrusivo y perjudicial que las técnicas actuales, lo que mejoraría la datación de documentos y la investigación forense.