Solugen ha comenzado a descarbonizar la industria química. Crea peróxido de hidrógeno sin necesidad de utilizar químicos procedentes del petróleo, reduciendo así los gases de efecto invernadero en unas 6 toneladas por cada tonelada que produce y vende.
Una startup tiene el objetivo de descarbonizar los residuos de la industria petroquímica. La compañía fue fundada por Gaurab Chakrabati y Sean Hunt. Empezaron con una pequeña donación de 10 mil dólares del MIT, que cubriría solamente sus salarios y el alquiler del laboratorio. La startup se encuentra en Texas y se llama Solugen.
El proceso permite crear químicos, sin necesidad de la utilización de petróleo en su base. Este avance supone un gran paso para luchar contra los gases de efecto invernadero.
La industria química es la responsable del consumo del 10% de la energía mundial, por lo que descarbonizar sus emisiones constituye un punto crítico para paliar los efectos del cambio climático.
Un proceso solo un poco más peligroso que elaborar cerveza
Los gases de efecto invernadero no son el único peligro de la industria petroquímica. Durante los procesos de creación de químicos, estos se vuelven muy volátiles, afectando tanto a trabajadores como a las comunidades cercanas a las plantas.
El secreto está en la capacidad de crear peróxido de hidrógeno sin utilizar una base de petróleo. Solugen utiliza componentes derivados de plantas, que evitan la emisión de gases invernadero. El proceso de fabricación de Hunt y Chakrabarti utiliza una fermentación basada en su enzima patentada, hecha de células de levadura modificadas genéticamente para producir peróxido de hidrógeno.
¿Por qué es tan importante el peróxido de hidrógeno?
El peróxido de hidrógeno se utiliza en muchos procesos industriales, como el blanqueo de la pulpa de papel, blanqueo de algodón, blanqueo de telas y, en general, cada día se usa más como sustituto del cloro. Además, es un reactivo en la industria química y es muy importante en la elaboración de fármacos.
Por si esto parecía poco, es muy utilizado en la industria textil, y en la industria alimentaria se emplea para blanquear quesos, pollos, carnes o huesos. También se usa en el proceso de elaboración de aceites vegetales.
Por cada tonelada de producto que Solugen fabrica y vende, elimina unas 6 toneladas de carbono de la atmósfera, según TechCrunch.