Uno de los objetivos de la automatización de los almacenes es dejar la tarea de descargar camiones en manos de robots.
El inicio de la robotización se dio en la industria. Particularmente en la vertiente de producción. Las máquinas autónomas estaban preparadas para acelerar la fabricación de productos como no podía hacerlo una cadena humana. Hoy en día, los robots han saltado a un amplio abanico de campos. Sin embargo, su importancia industrial es aún enorme. Aunque puede que en el futuro lo sea más en otras áreas.
Si hasta ahora los robots gobernaban en las fábricas, cada vez más empiezan a hacerlo en los almacenes. Estas instalaciones, como su nombre indica, han servido tradicionalmente para guardar mercancía. En realidad su tarea iba más allá de acumular cajas. Eran centros logísticos que permitían acercar los productos a los lugares de comercialización.
Con la deslocalización de las industrias los almacenes cobraron más sentido aún. Crecieron en tamaño y en volumen de operaciones. Empezó a ser importante la automatización de procesos también en estos centros. De ahí que se crearan cintas transportadoras, sistemas de etiquetado electrónico, y todo un sistema logístico milimétrico dentro de estas instalaciones. La tecnología que gobierna estos sistemas es tal que necesitan plataformas como de gestión tipo CRM.
Con la expansión del comercio electrónico los almacenes han de optimizar aún más sus operaciones. Y aquí es donde se enmarca una de las automatizaciones más deseadas por los gestores de almacenes: la descarga de camiones.
Son varias las empresas que se han propuesto crear robots para descargar camiones. Entre ellas destacan Siemens o Honeywell. Sus sistemas se acoplan a la parte trasera de los vehículos y comienzan a retirar las cajas a un ritmo frenético.
Nuevos robots para la industria
El método es aparentemente sencillo. Se trata de un acople cuyo suelo consiste en cintas transportadoras, que se colocan de modo que las cajas caigan en ellas. Cuando las cintas comienzan a rodar, los paquetes se dirigen hacia fuera del camión. A continuación, la máquina conecta con las cintas transportadoras que introducen la mercancía en el almacén.
Uno de estos robots puede tardar unos 10 minutos en descargar un camión. Una persona lo haría en una hora. Evidentemente, detrás hay una tecnología sofisticada, que por cierto aún no está del todo pulida. La diferencia de tamaño y peso de las cajas hace difícil la tarea para las máquinas.
Pero solo es una cuestión de tiempo y desarrollo continuado. Como lo ha sido con los robots que abundan en las fábricas.
En China, el nivel es tal que los trabajadores están siendo sustituidos por máquinas cada vez con más virulencia.
Imagen: Kevin Borland