La cerveza es una de las bebidas más populares del mundo. En cada lugar del mundo encontrarás una variedad única y representativa de su cultura. Pero, ¿sabías que juega un papel clave en la lucha contra la contaminación, y que su producción se está viendo afectada por el cambio climático?
El Día Internacional de la Cerveza es una celebración que une a personas de todo el mundo en bares, cervecerías y cualquier sitio donde se pueda brindar con una jarra bien llena. Esta celebración se inició en 2008 a partir de una propuesta de la Asociación de Cerveceros de California, y durante la última década su popularidad ha ido en aumento.
El primer viernes de agosto ha quedado establecido como el día en el que más de 200 ciudades de todo el mundo celebran su pasión por esta bebida. El motivo no es otro que disfrutar de unas cervezas en compañía de amigos, y aprovechar para rendir homenaje a todas las personas encargadas de fabricar y servir la cerveza.
Es el día ideal para probar nuevas variedades y explorar las distintas naciones y culturas que aportan su seña de identidad propia en la fabricación de cervezas. España, como país Mediterráneo, es uno de los grandes consumidores del mundo y se disfruta con responsabilidad, moderación y en sociedad.
¿Puedes imaginar un mundo sin cerveza?
La cerveza, pese a ser una de las bebidas más consumidas en el mundo, podría ser una de las grandes damnificadas por el cambio climático. Las fuertes sequías afectan a la producción agrícola, e irremediablemente tienen un impacto en los cultivos de cebada, el ingrediente principal. Algunas de las consecuencias más directas podrían ser la limitación en las exportaciones, el aumento de los precios, la escasez de suministros y, en definitiva, una desestabilización del mercado global.
La cerveza, clave para salvar ríos y mares
Por otro lado, también podría jugar un papel clave en la lucha contra la contaminación de las aguas.
Según un estudio liderado por el Centro de Estudios Avanzados de Blanes, los residuos procedentes de la elaboración de la cerveza podrían ser un método muy eficaz para eliminar los nitratos del agua de ríos y mares. El vertido de estos residuos podría aumentar hasta el 40% las tasas de desnitrificación bacteriana, así como combatir la proliferación de microalgas y mejorar la calidad del agua.
