La contaminación en India es un problema sobre todo a futuro, cuando el crecimiento del país demande un consumo energético cada vez mayor.
El peso de India en la economía mundial cada vez es mayor. Se trata de país donde viven en torno a 1.250 millones de personas –apenas 100 millones menos que en China– con cifras de 2013 en la mano y con un potencial de crecimiento enorme, pues se necesitan construir muchas infraestructuras, aumentar la producción de alimentos, las importaciones y en definitiva preparar el camino a la clase media que se espera que surja. Para esto hacen falta muchas cosas y una de ellas es la energía.
El crecimiento exponencial que ha tenido China en las últimas décadas ha estado apoyado en los combustibles fósiles, ya fueran de importación o procedentes de sus propios yacimientos. El despegue de India podría tener los tintes arrolladores que ha tenido el de China y para eso se necesita mucha energía. Evidentemente la forma más sencilla de conseguirla son los combustibles fósiles, que resultan más económicos.
Sin embargo, este tipo de energía tiene varios inconvenientes, entre ellos uno que pesa mucho en la situación de India ahora mismo: la contaminación. Este aspecto no solo tiene relevancia a nivel nacional sino que adquiere una dimensión global, pues los dubitativos esfuerzos que se están haciendo para frenar el calentamiento global se podrían ir al traste, tal y como apuntan en este reportaje de Technology Review.
La contaminación en India sería un problema global desde el momento en que su crecimiento previsto se apoye mayoritariamente combustibles fósiles. Especialmente preocupa el carbón, pues el país cuenta con grandes reservas de este mineral, que contribuye generosamente a las emisiones de la atmósfera. Actualmente esta es la principal fuente de la que India obtiene electricidad. Y el país necesitará más electricidad, pues hoy aún existen unos 300 millones de personas sin acceso a este servicio básico.
El primer ministro Narendra Modi se ha comprometido a que todos los habitantes del país tengan acceso a la electricidad. Al mismo tiempo, el dirigente indio ha prometido ayudar en los esfuerzos contra el cambio climático, apostando por las energías renovables. El país lo está haciendo. En Think Big hemos hablado de diferentes iniciativas relacionadas con la energía solar, como la conversión de un aeropuerto para que sea el primero en funcionar únicamente con este tipo de fuente energética.
La instalación de paneles solares en los techos de los trenes y de las estaciones ferroviarias es otro de los esfuerzos, en los que se adivina la ambición de futuro (India cuenta con una red de trenes muy extensa), así como el aprovechamiento de la cobertura de los canales de agua para emplazar placas. Se trata de aliviar la carga energética que supone el funcionamiento de servicios públicos.
Pero India tendrá que hacer más que esto. Su población se espera que crezca en unos 400 millones de personas en las próximas tres décadas. Si nos fijamos en el caso de China, entre 1980 y 2010 pasó a emitir de 1,49 toneladas per cápita a 6,1 toneladas per cápita. Actualmente India está en 1,68 toneladas de emisiones per cápita y haciendo los números se espera que a este ritmo emita unos 8.000 millones de toneladas a la atmósfera. El total de emisiones hoy en día son 40.000 millones de toneladas. Son cifras que ponen de relieve la importancia que va a tener India en la conservación del medio ambiente a medio y largo plazo.