agua potable

¿Cómo obtener agua potable a partir del aire?

Existen múltiples proyectos en todo el mundo de este tipo. Su principal inconveniente es que la mayoría necesita que haya una humedad alta para alcanzar un rendimiento óptimo. Sin embargo, son de gran ayuda para las zonas de poca lluvia o las poblaciones sin acceso a agua potable.

La escasez de recursos hídricos es uno de los grandes problemas de sostenibilidad que sufre nuestro planeta. Según la ONU, 2.100 millones de personas carecen de acceso a servicios de agua potable gestionados de manera segura. Afortunadamente, las nuevas tecnologías nos ofrecen herramientas para innovar en busca de nuevos mecanismos para generar agua.

El agua dulce no solo se encuentra disponible en ríos, lagos o el subsuelo. En el aire también existe de forma natural una gran cantidad de vapor de agua que se puede aprovechar y transformar en agua apta para el consumo humano.

Ya está extendido el uso de deshumidificadores, tanto industriales como domésticos, capaces de recoger el vapor de agua y almacenarlo en estado líquido para disminuir la humedad ambiental. El factor diferencial radica en la capacidad de purificar el agua para hacerla potable. Necesitamos conseguir agua potable.

La mayor parte de los deshumidificadores mecánicos funciona con sistemas de bobinas de metal con un gas en su interior que refrigera el vapor de agua procedente del exterior. Este proceso produce la condensación del agua, es decir, el paso de estado gaseoso a líquido. Para potabilizar el agua recogida se incorporan mecanismos de filtrado, esterilización y mineralización.

Existen múltiples proyectos en todo el mundo de este tipo. Su principal inconveniente es que la mayoría necesita que haya una humedad alta para alcanzar un rendimiento óptimo. Sin embargo, durante los últimos años han ido naciendo sistemas más eficientes.

Una empresa española está comercializando un sistema capaz de producir agua incluso en ambientes desérticos. Tan solo necesita que la temperatura no supere los 45 grados de temperatura y que la humedad relativa esté por encima del 8%. Todo ello generando un consumo eléctrico similar al de una lavadora.

Asimismo, la compañía británica Requench fabrica contenedores capaces de producir agua potable con solo un 15% de humedad, mientras que la empresa sudafricana Water from Air ofrece aparatos domésticos capaces de generar 32 litros de agua al día.

Una alternativa a los refrigeradores mecánicos son los desecantes, materiales que funcionan a modo de esponjas químicas que absorben el agua. Como ejemplo, Zero Mass Water utiliza la energía procedente de la radiación del sol para dirigir el agua hacia un desecante situado dentro de un panel solar. Una tecnología sostenible de la que ya hablamos hace unos meses.

Otro caso de utilización de energías renovables es el dispositivo WEDEW (Wood-To-Energy-Deployed-Water), que extrae el agua del ambiente y la condensa gracias a energía generada por biogás. Esta instalación se nutre de materia orgánica (madera, cascaras de coco o plantas muertas).

Un sistema que no requiere ningún tipo de energía es la Torre Warka. Se trata de una ingeniosa construcción elaborada con materiales biodegradables y 100% reciclables, especialmente diseñada para zonas rurales. La torre cosecha el agua procedente de lluvia, niebla o rocío, para después conducirla a un depósito mientras que es filtrada con un sistema a base de piedras. Ya se ha probado en Etiopía y hay en marcha proyectos en Togo, Haití y Camerún.

La evolución tecnológica y la gran capacidad creativa del ser humano son poderosas herramientas para desarrollar nuevos modelos que garanticen el acceso al agua a toda la población. Escenarios como desastres naturales, campos de refugiados y, en general, zonas que sufren periodos habituales de sequía pueden beneficiarse de estos revolucionarios avances.

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