Esta silla de ruedas low cost se ha producido teniendo como ingredientes básicos la impresión 3D, una webcam, una Raspberry Pi y a dos adolescentes brillantes.
Ni científicos de alto calado ni un laboratorio prestigioso. Los diseñadores de esta silla de ruedas low cost han sido dos adolescentes alemanes que participaron en un concurso cuyo objetivo es promover el trabajo de jóvenes diseñadores e ingenieros. En este caso los resultados de deseada promoción han sido alentadores. Myrijam Stoetzer y Paul Foltin, de 14 15 años respectivamente, han dado una vuelta de tuerca a la silla de ruedas, empleando un método de bajo coste para su fabricación y dotándola a la vez de tecnología punta.
Ambos competían de forma regular en el concurso Jugend Forscht, un certamen que se organiza periódicamente en Alemania para estimular a los más jóvenes desde el punto de vista científico-creativo, hasta que este año decidieron hacerlo juntos. El resultado fue una silla de ruedas low cost que se controla mediante los movimientos del ojo.
Los dos adolescentes fueron capaces de generar un dispositivo de tecnología punta, como a todas luces es su nueva silla de ruedas, con materiales y procesos de fabricación de bajo coste. Utilizaron piezas recicladas, como motores de limipaparabrisas, una webcam normal y corriente, una Raspberry Pi 2B e impresión 3D para producir la mayoría de las partes.
El sensor de eyetracking, que permite controlar la silla con el ojo, se monta sobre unas gafas neutras. Consiste en la webcam metida en una caja impresa en 3D que contiene un conjunto de LEDs infrarrojos. Estos iluminan el ojo y la cámara detecta su movimiento, que se transmite en forma de comandos a la silla. La Raspberry Pi 2B es la encargada de procesar la información y traducirla.
De esta forma, Myrijam y Paul salvaron dos problemas. Han logrado crear una silla de ruedas que el propietario controla mediante el movimiento de sus ojos, una característica que la convierte en manejable por todos aquellos que no puedan servirse de la mano para orientar un joystick. Hay pocas sillas que logren de forma efectiva este propósito. Entre estas se encuentra la de Stephen Hawking, que el científico controla mediante ciertos gestos de su cara.
Sin embargo, la silla de Hawking es el resultado de un intenso trabajo, en el que tanto la silla como el software y la cámara se ajustaron lo máximo posible a los gestos del científico. Se trata de una inversión de tiempo y recursos demasiado elevada como para exportarla a una masa de usuarios que lo necesitarían. La silla de los dos adolescentes alemanes tiene la vocación de ser universal. Y no solo por su forma de control sino por su coste, bastante menor que los 10.000 dólares que puede costar una silla eléctrica; no digamos una personalizada como la de Hawking.
De hecho, Myrijam y Paul han publicado en código abierto el proyecto entero. Todos los archivos para imprimir en 3D cada parte del sensor de eyetracker están en Github, mientras que Myrijam ha colgado en su blog un tutorial que muestra cómo fabricar la silla.
Por cierto, el pasado mes de junio los dos recibieron el primer premio del certamen gracias a su silla de ruedas low cost. No fue ninguna sorpresa.
Imágenes: Myrijam Stoetzer