¿Qué son los ordenadores cuánticos? ¿Qué aplicaciones tendrán? ¿Es la informática del futuro? Charlamos con Juan Ignacio Cirac sobre esta tecnología.
En 2013, Google anunció la puesta en marcha de un laboratorio centrado en la computación cuántica. Una iniciativa similar a la desarrollada por Microsoft y otras grandes compañías, por la que unían sus esfuerzos a los de los centros de I+D que pretenden construir los primeros ordenadores cuánticos.
La llegada de D-Wave 2X, el primer computador implementado por la NASA y Google, ha acelerado enormemente el trabajo para desarrollar los primeros ordenadores cuánticos. Porque como nos explica el Dr. Juan Ignacio Cirac, director del Instituto Max-Planck de Óptica Cuántica en Alemania, «la diferencia fundamental [entre los ordenadores personales y estos computadores] es que todavía no tenemos ningún ordenador cuántico, solo pequeños prototipos».
La investigación público-privada de la última década ha acelerado la llegada de los ordenadores cuánticos. Estos dispositivos, según el físico español, servirán «para hacer cálculos potentes, cálculos que normalmente la gente no tiene por qué hacer, pero sí los que hacen diseño de materiales o desarrollo de fármacos, por ejemplo».
En la década de los ochenta, cuando la posibilidad de contar con ordenadores cuánticos era una auténtica utopía, un grupo de científicos comenzó a trabajar en su desarrollo. Así fue como aplicaron los principios de la física cuántica en su construcción, una idea que nos permitirá disfrutar de computadores más rápidos y precisos en el futuro.
Cirac afirma que los ordenadores cuánticos no serán de uso personal, dado que los computadores que tenemos actualmente ya nos sirven para consultar el correo electrónico o hacer compras por Internet. En otras palabras, en nuestra vida diaria no necesitamos hacer cálculos tan precisos como los que realizarían los ordenadores cuánticos, aunque según Juan Ignacio Cirac, en algún momento puede que existan ordenadores híbridos, a medio camino entre los computadores personales y los cuánticos.
Hablando del futuro de la computación cuántica, Cirac señala que el principal reto para que estos ordenadores sean una realidad se centra en la susceptibilidad a cometer errores. El bit cuántico, al contrario que el bit de información normal, es muy sensible, por lo que es necesario mejorar el aislamiento de los ordenadores cuánticos y saber cómo pueden corregir posibles errores. A día de hoy este es el desafío más importante para que este tipo de computadores puedan ser diseñados y comercializados.
Además de la física cuántica aplicada a la informática, Juan Ignacio Cirac sostiene que existe otra revolución a la vuelta de la esquina: la comunicación cuántica. Esta disciplina se basa en enviar mensajes utilizando fenómenos que suceden a nivel microscópico, los fenómenos cuánticos. «Permite enviar información de un sitio a otro que esté alejado sin que pase la información por el medio», en palabras del investigador, lo que conseguirá que nadie pueda interceptar dichos datos y la comunicación sea segura.
Las aplicaciones de la física cuántica, tanto a nivel informático como criptográfico, están llamadas a cambiar el mundo que nos rodea en la próxima década. El trabajo de científicos como Juan Ignacio Cirac, cuyo nombre ha sonado varias veces para el Premio Nobel de Física, revolucionará la forma en la que nos comunicamos o estudiamos el desarrollo de medicamentos, nuevos materiales o el cambio climático. Un futuro esperanzador, sin duda, en el que la computación cuántica será imprescindible.
Imágenes | Universidad de California (Wikimedia), D-Wave Systems