Las baterías de litio de nuestros teléfonos son un componente esencial. ¿De dónde viene el elemento químico que las conforma?
Como si de un corazón se tratara, las baterías de litio de nuestro teléfono bombean energía al terminal. La pieza, también conocida como batería Li-Ion, emplea como electrolito una sal de litio. Este componente no sólo es fundamental para llevar a cabo la reacción electroquímica, sino que tiene un origen realmente curioso: las explosiones de estrellas.
La sal de litio procura los iones necesarios para que tenga lugar la reacción reversible que sucede entre el cátodo y el ánodo de nuestras baterías. Entre sus propiedades, destacan su capacidad energética, la ligereza de los componentes y su resistencia a la descarga.
Somos polvo de estrellas
¿De dónde viene el litio de nuestras baterías? Investigadores del Instituto de Ciencias del Espacio han demostrado por primera vez la existencia de berilio radiactivo -que se transforma en litio- en una explosión de una nova. Estas explosiones estelares serían la pista que nos ayudaría a entender la evolución química en el Universo.
Este elemento químico, que forma parte de las baterías de litio de nuestro teléfono, es el más ligero después del hidrógeno y del helio. En condiciones normales, se considera que el litio es el elemento sólido más ligero, ya que el hidrógeno y helio son gases. Su origen, sin embargo, no estaba nada claro.
En la década de los cincuenta, una hipótesis planteó que casi todos los elementos químicos se originaban en las estrellas. Su nacimiento vendría precedido de reacciones nucleares, que comienzan por la fusión del hidrógeno en helio. El gran científico y divulgador Carl Sagan enunció que «somos polvo de estrellas», pero en el caso de elementos ligeros como el litio, el berilio y el boro nos encontramos con mecanismos de formación diferentes.
En particular, el origen del litio y su evolución en el Universo eran dos desafíos importantes para la ciencia. Por un lado, se sabe que una fracción de este elemento se originó durante el Big Bang hace 13.500 millones de años. Por otro, las reacciones nucleares inducidas por rayos cósmicos energéticos en el medio interestelar también producen litio.
Sin embargo, estos dos mecanismos no son suficientes para explicar la concentración de litio, que aumentó significativamente tras la formación del Sistema Solar hace 4.500 millones de años. El nuevo estudio cuenta con la participación del Observatorio Astronómico Nacional de Japón, que ha demostrado la primera evidencia sobre el origen estelar del litio.
Su observación ha permitido detectar berilio radiactivo, que daría lugar al litio, en la nova V339 Del (Nova Delphini 2013). Con este estudio se confirma finalmente la hipótesis del Instituto de Ciencias del Espacio. Y es que parafraseando a Sagan, podríamos decir que las baterías de litio de nuestros teléfonos también son ‘polvo de estrellas’.
Imágenes | niekverlaan (Pixabay), Starship Asterisk, Caltech (Wikimedia)