El microbús WePod, autónomo y eléctrico, ha recorrido calles públicas de Holanda en un ensayo pionero.
Las pruebas con vehículos autónomos se están llevando a cabo en varios países –España aprobó recientemente una normativa que regulaba este tipo de ensayos– y son muchas las marcas que tienen proyectos en desarrollo. Sin embargo, en Holanda defienden que el trayecto del microbús WePod ha sido pionero en el mundo, pues es la primera vez que un vehículo de este tipo circula por calles públicas sin conductor alguno.
En las pruebas de coches autónomos lo habitual es que haya un conductor tras el volante, aunque no lo toque en todo el camino. Es una especie de garantía humana frente a un posible fallo por parte de la máquina. En este caso, el mcirobús WePod no llevaba a nadie encargado de esta función, únicamente seis pasajeros viajaban en su interior.
El recorrido ha sido breve, escasos 200 metros que no han dado para muchas anécdotas, a una velocidad de 8Km/h. El objetivo del proyecto asociado al WePod es que estos modelos cubran una distancia de cuatro millas dentro en un área urbana. Por el momento la prueba se ha llevado a cabo en la ciudad de Wageningen, una pequeña población pero dotada de universidad y un centro de investigación.
Las pruebas han sido amparadas por el grupo especializado en movilidad sostenible Connekt y la Delft Technical University, entre La Haya y Rotterdam. Han costado unos tres millones de euros. La perspectiva es que esta experiencia sirva para introducir novedades en la red de transporte público de las ciudades en Holanda. Los WePod podrán circular a 24 km/h, con lo que el tipo de trayectos que cubran será muy específico. Por eso las plazas en los microbuses se podrán reservar mediante una aplicación móvil.
La apuesta por el WePod no es solo como vehículo autónomo. Este microbús es eléctrico, de manera que está comprometido con la reducción de emisiones. Algunos fabricantes, como Nissan, están tratando de que ambas tecnologías, la de conducción autónoma y la del motor eléctrico, vayan de la mano, con el fin de construir un automóvil de futuro, que posteriormente no se tenga que rediseñar de nuevo desde cero.
Tesla es uno de los pioneros en este campo. No solo en lo que se refiere al motor eléctrico sino en lo que tiene que ver con el coche autónomo, pues el fabricante utiliza un sofisticado software en sus vehículos, en relación al que incorporan el resto de marcas, lo que desemboca en una posición ventajosa para desarrollar sistemas de conducción autopilotada.
Imágenes: WePod