Gracias a una nueva técnica mediante la que se aplican células madre con materiales biosintéticos, los empastes y las endodoncias pueden ser cosa del pasado.
Dentro de los problemas de salud, el ámbito dental juega, cada vez más, un papel fundamental. Aunque lo que se ha popularizado más es hacer arreglos estéticos (a priori, porque a la larga también causan grandes problemas), las caries y los problemas más profundos siguen siendo los grandes culpables de dolores y molestias de miles de pacientes. Para solucionar todo esto, hasta ahora se practicaban endodoncias, pero un nuevo tratamiento con células madre puede tener la clave para que estas sean innecesarias.
Aplicadas de manera similar a un empaste, se estimula a las células madre para que ayuden al crecimiento de la dentina, la capa de marfil que rodea la parte interna de los dientes. Esto, cuando el tratamiento se completa, significa obtener un diente que, de estar picado, se acaba regenerando completamente con una superficie endurecida.
Los tratamientos actuales implican perforar y aplicar un empaste, y en el peor de los casos, extraer la pulpa dentaria. El problema es que los empastes pueden resultar tóxicos y ser incompatibles con el tejido pulpar localizado en la parte interior del diente. Con esta solución basada en biomateriales sintéticos, la aplicación es similar a los empastes, pero a diferencia de estos, puede entrar en contacto con el tejido pulpar, donde se estimulan las células madre nativas para reparar.
El tratamiento, que fue desarrollado por investigadores de las Universidades de Harvard y Nottingham, ha ganado un premio de la Real Sociedad de Química, tras ser considerado como un nuevo paradigma para los tratamientos dentales. Ahora se encuentran intentando desarrollar la técnica con actores de la industria para intentar que llegue cuanto antes a las clínicas y hospitales. Sin duda, será un gran paso para el sector, que no deja de experimentar cambios, pero que hasta ahora no tenía estos usos de medicina regenerativa.